A pesar de estar al borde del colapso, el Gobierno no ordena restricciones para reuniones masivas en las vacaciones
El ministerio de Salud reconoce que la mayoría de hospitales nacionales se encuentran saturados por pacientes de covid-19 y a pocos días de las vacaciones de Semana Santa, se teme que pueda darse una nueva ola de la enfermedad, que ya ha cobrado cerca de 7.000 muertos.
El viceministro de hospitales, Francisco José Coma, dijo que hay hospitales, como el del Parque de la Industria, que tienen un 100% de ocupación, y que el mismo fenómeno se está viendo en la mayoría de hospitales nacionales del país, en donde se ha visto también que la mayoría de pacientes llegan con la enfermedad avanzada, lo que complica su recuperación.
El funcionario de salud dijo también que los informes que están en poder del ministerio sobre los hospitales privados, muestran que «también están teniendo un fuerte repunte en la ocupación» de las camas dispuestas para covid-19. La interrogante que hay en el ambiente, es porque las estadísticas que muestra día a día dicho ministerio, no reflejan que haya ese repunte que es evidente.
El presidente Alejandro Giammattei, en declaraciones a la prensa, anunció hace varios días que «no habrá ningún tipo de restricción» para la Semana Santa, lo que significa que se verá un lleno completo en la playa del puerto de San José, a donde en el feriado de Año Nuevo, llegaron más de 50.000 personas, que se mantuvieron sin cumplir con el uso de mascarilla y el distanciamiento social.
Adicional a la multitud en la playa, hay que recordar que la mayoría de personas que se movilizan durante Semana Sanbta lo hacen en transporte colectivo, mismo que tampoco cumple con las restricciones impuestas por el ministerio de Salud, pero que la Dirección de Transporte, del ministerio de comunicaciones, no puede controlar, por falta de personal para llevar a cabo operativos de control.
A un año de la llegada del covid-19 al país, se ha visto que en los últimos meses, ante la falta de medidas , la mayoría de personas «se ha relajado», como bien indicó la ministra de Salud, María Amelia Flores, quien ha pedido a la población que «no esperen a que haya complicaciones» en los pacientes de covid y que se acerquen antes a los centros asistenciales, para evitar crisis y fallecimientos.
Mientras, la vacunación avanza a un rito sumamente lento. Además de la falta de vacunas, el ritmo que se ha logrado para vacunar a los salubristas y personal de primera línea –menos de 90.000 a la fecha–, ha sido inferior a los 4.500 vacunados diarios. Eso quiere decir que para vacunar a los primeros tres millones de personas, que no es una meta suficiente, tomaría más de dos años de vacunación.