La nueva investigación anunciada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) ocasiona un desenlace totalmente incierto en la campaña estadounidense que se ha caracterizado por los señalamientos entre los principales contendientes.
A pocas horas que concluya el décimo mes del año, las sorpresas de octubre no paran de aparecer. De los escándalos de Trump por haber evadido impuestos por años o por sus escándalos sexuales, ahora la campaña se centra en los correos enviados por Clinton cuando fue Secretaria de Estado. Las implicaciones de esta investigación a Clinton no se sabrán hasta que las investigaciones avancen.
Sobre el director del FBI, James Comey, pesan ya varios cuestionamientos del por qué a pocos días de las elecciones brindó detalles de la investigación. Según varios medios estadounidenses, el Departamento de Justicia advirtió al investigador que violaría las directrices de la ley si comentaba al Congreso sobre una investigación en curso, y el funcionario habría desacatado esta recomendación.
Sin embargo, no todo puede responsabilidad de Comey, ya que él fue informado hasta el jueves pasado, pero el personal que trabaja en el caso sí sabía desde mediados de octubre, asegura El País, lo cual haría tambalear la credibilidad del FBI por tratarse de un caso que se devela a pocos días de las elecciones. El Partido Demócrata ya ha empezado a cuestionar la presunta parcialidad de la entidad para supuestamente perjudicar a Clinton.
Solo el informe del FBI, que había cerrado el caso en julio, podrá determinar si Hillary Clinton cometió algún delito. La investigación puede tardar varias semanas y si la candidata demócrata resulta electa, de todas formas sería investigada por el Congreso, dominado en su mayoría por republicanos, según adelanta Univisión.
Sin importar lo que suceda, el impacto de este caso ya empieza a afectar a los demócratas que hasta antes del viernes empezaban a centrarse en rescatar su dominio en la Cámara Alta (el Senado) y también querían lograr algunos escaños clave en la Cámara Baja (Cámara de Representantes). ABC y Washington Post aseguran en una encuesta que la ventaja entre Clinton y Trump es de apenas un punto, lo que cerraría aún más las elecciones y daría una importancia trascendental a estados como Florida y Iowa.