Alemania, hasta ahora modelo en la gestión de la pandemia, vive un aumento de los casos que hace temer una «propagación incontrolable» del virus, que ya provocó seis millones de contagios en toda Europa y sigue haciendo estragos en otras partes del mundo, como en Brasil, donde se han registrado cinco millones de infecciones.
En Estados Unidos, el país más enlutado del mundo por esta pandemia, con 211,000 fallecidos y 7.5 millones de contagios, el presidente Donald Trump regresó el miércoles al Despacho Oval de la Casa Blanca, seis días después de haber dado positivo por covid-19 y haciendo caso omiso a las advertencias de numerosos expertos sobre los riesgos de contagio.
- El triunfalismo de Trump choca con la cautela que se respira en Europa, donde ya se han superado los seis millones de casos de coronavirus.
En Alemania se registraron más de 4,000 nuevos casos en las últimas 24 horas, unas cifras idénticas a las de principios de abril. «Los números muestran un aumento preocupante, sobre todo hoy», dijo este jueves el ministro de Salud, Jens Spahn.
El responsable pidió no «echar a perder» los logros conseguidos hasta ahora por Alemania en su lucha contra la pandemia, que lo convirtieron en uno de los países de Europa proporcionalmente menos golpeado por el virus.
AFP /Covid-19: balance mundial
«Es posible que tengamos más de 10,000 casos por día, es posible que el virus se propague de forma incontrolable», advirtió por su parte Lothar Wieler, presidente del instituto de vigilancia epidemiológica Robert Koch (RKI).
Nuevo récord
Alemania, según datos oficiales, registra 310,144 casos y 9,578 fallecidos, una cifra muy inferior a la de países europeos con una población similar.
- La situación de Berlín es especialmente preocupante, ya que registra 50 contagios por cada 100,000 habitantes en los últimos siete días
- una cifra que implica la entrada en vigor de nuevas restricciones para reuniones y horarios de apertura de restaurantes, bares y tiendas.
Justicia rechaza confinamiento parcial de Madrid
Las cifras de Berlín, alarmantes para sus dirigentes, parecen insignificantes comparadas a las de Madrid, donde se llega a unos 700 casos por cada 100,000 habitantes, frente a los 300 casos por 100,000 del resto del país.
AFP/Archivos / Óscar del Pozo La policía local realiza un control de tráfico en Madrid, España, el 3 de octubre de 2020
Este jueves, la justicia rechazó la decisión de confinar a una parte de los habitantes de la región de la capital española, por considerar que afecta a los «derechos y libertades fundamentales».
Desde el viernes por la noche, 4.5 millones de personas de Madrid y parte de su periferia sólo pueden salir de su localidad para trabajar o estudiar, acudir al médico y atender a personas dependientes.
La decisión fue tomada por el gobierno central, de izquierdas, tras un intenso rifirrafe con los dirigentes conservadores de la comunidad de Madrid, que se oponían a estas restricciones debido sobre todo a sus consecuencias económicas y presentaron este recurso judicial.
En Francia, donde el miércoles se rozaron los 19,000 nuevos infectados, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que habrá que imponer «más restricciones» en zonas afectadas ante la progresión del virus.
En Bruselas, donde la situación es «compleja y tensa», según las autoridades, se han cerrado bares y restaurantes.
«Me siento estupendo»
En todo el mundo la pandemia ha provocado más de un millón de muertes y casi 36 millones de contagios desde diciembre.
AFP / George Frey Seguidores del presidente Donald Trump antes del debate vicepresidencial, el 7 de octubre de 2020 en Salt Lake City, Utah
El miércoles, un Trump eufórico aseguró sentirse «perfectamente bien» en un video publicado en Twitter y consideró su contagio «una bendición de Dios».
El mandatario atribuyó su recuperación a la terapia experimental de anticuerpos sintéticos que le fueron administrados. Y prometió, sin entrar en detalles, que este tratamiento estará disponible «gratuitamente» rápidamente.
En plena campaña por las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, su rival demócrata Joe Biden, no ocultó su indignación: «Creo que es una tragedia que el presidente hable del covid como si fuera algo por lo que no debería preocuparse cuando más de 210,000 estadounidenses han muerto».
El número de contagios en la Casa Blanca sigue aumentando y la sede de la presidencia se ha convertido en un verdadero foco tras los positivos de consejeros, empleados y periodistas.