El Reino Unido y Estados Unidos inician este martes la negociación de un «ambicioso» acuerdo de libre comercio que debe entrar en vigor tras el período de transición posbrexit que termina a finales de año.
A la cabeza de dos equipos formados por unas cien personas, la ministra británica de Comercio Internacional, Liz Truss, y el representante de comercio de estadounidense Robert Lighthizer comenzarán por videoconferencia esta primera ronda de negociaciones, que debe durar unas dos semanas.
El primer ministro británico Boris Johnson, un firme partidario de Brexit, lleva tiempo defendiendo las oportunidades comerciales que ve al abandonar la Unión Europea, en particular con su aliado estadounidense.
Pero la oposición teme que un nuevo acuerdo de libre comercio con Estados Unidos llegue a expensas de las normas ambientales y alimentarias.
También han surgido preocupaciones sobre la posible privatización de partes del servicio de salud pública británico, el NHS, a pesar de las repetidas negativas del gobierno.
«Queremos un acuerdo ambicioso que abra nuevas oportunidades para nuestros negocios, genere más inversión y cree mejores empleos para la gente en todo el país», afirmó Truss en un comunicado.
El comercio entre los dos países alcanzó los 220.900 millones de libras (275.000 millones de dólares, 253.000 millones de euros) el año pasado.
Las exportaciones a Estados Unidos representaron casi 20% del total de las exportaciones británicas, según datos oficiales.
A esta primera ronda de negociaciones le seguirán otras cada seis semanas más o menos, que de momento se llevarán a cabo a distancia debido a la pandemia de coronavirus.
Al mismo tiempo, el Reino Unido, que abandonó oficialmente la Unión Europea el 31 de enero tras de 47 años de complicado matrimonio, espera concluir un acuerdo de libre comercio con Bruselas de finales de año, cuando finaliza el período de transición durante el cual los británicos siguen aplicando las normas europeas.
Las conversaciones no parecen avanzar de momento. La próxima ronda de negociación entre Londres y Bruselas está prevista para el 11 de mayo.