Tailandia inauguró este lunes su primera clínica gubernamental que fusiona la medicina tradicional y el cannabis medicinal, con la esperanza de aprovechar el jugoso negocio de la marihuana de uso terapéutico, un año después de su legalización.
«Luchamos por una mejor salud de los tailandeses y por mejores oportunidades económicas», declaró el ministro de Salud, Anutin Charnvirakul, durante la inauguración de la clínica en el recinto del ministerio.
Cientos de personas hicieron fila esperando que se abriera el establecimiento para recibir gratutamente frascos de 5 a 10 mg de aceite de cannabis, usado para mitigar los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, síntomas de esclerosis múltiple, insomnio, migrañas y otros males.
Tailandia es el primera país de Asia en lanzarse en un mercado dominado por Canadá, Australia e Israel.