Tiene un gran inconveniente, pero también un As en la manga con el que sorprender al argentino.
Zinedine Zidane se enfrenta a su primer partido grande en el Santiago Bernabéu este sábado ante el Atlético de Madrid (16:00 horas). Un choque especial, aunque algo venido a menos por la situación de ambos equipos en la tabla de clasificación de la Liga. Pero eso no quitará que todas las miradas estén puestas en el banquillo blanco para ver cómo reacciona el técnico francés después del empate en Málaga, un duelo en el que prácticamente es esfumó la Liga, y qué capacidades tiene ante un choque de estas características. Será el examen más duro de la carrera del galo en los banquillos.
El Madrid como club sabe que se juega mucho este sábado. No ya en forma de título de Liga sino a la hora de mantener una mínima estabilidad psicológica y que no cunda el pánico a más de dos meses del final de la temporada todavía, dado que los partidos de Champions no terminarían de cubrir el vacío generado semana tras semana por la ausencia de algo que jugarse. Zidane también es consciente pero sobre todo quiere demostrar que puede ganar estos partidos, precisamente algo que a Rafa Benítez le costó el puesto -o fue una de las claves- y que también pesó mucho siempre en la etapa de Carlo Ancelotti, al que siempre le costó vencer a los grandes en la Liga.
Para el encuentro, Zizou ya cuenta con una baja confirmada además de las ya sabidas de Bale y Pepe: Marcelo. Esto supondrá un serio contratiempo por el peso específico que el lateral brasileño tiene en las jugadas de ataque del equipo blanco. Carvajal apunta a improvisado lateral zurdo, volviendo Danilo a la posición del costado diestro. En cuanto al resto del equipo, el entrenador galo baraja la inclusión de una ‘trampa’ para doblegar la ya sabida táctica del Cholo en los derbis.
Simeone volverá a tirar de lo que le funciona contra el Real Madrid: Poblar el centro del campo. Obtener superioridad numérica en la medular y llenar el campo de ‘minas’ que no permitan al Madrid tocar y elaborar su juego de posesión será la primera premisa, seguida de una altísima presión constante sobre los centrales merengues para robar el esférico en campo contrario. Cualquier equipo que consigue hacer esto le crea problemas al Madrid. El Atlético lo hizo desde 2013, logrando su mejor racha ante los blancos en muchos años. Sólo han perdido uno de sus últimos nueve duelos ante el Madrid desde la final de Lisboa.
Para contrarrestar esto, Zidane aprovechará la baja de Bale para incrustar, previsiblemente, aMateo Kovacic en el medio campo. El croata ha demostrado tener esa capacidad de recorrido físico para abarcar mucho terreno que de vez en cuando Modric y Kroos necesitan, al ser más constructores que destructores del juego. Además, Kovacic no está exento de técnica y tiene llegada, por lo que podría ser el gran arma secreta ‘todoterreno’ para desmontar las dos líneas defensivas rojiblancas.
James e Isco se jugarán un puesto, con Benzema y Cristiano en punta. No es descartable, pese a todo, que Zidane forme con el colombiano y el malagueño junto a Modric y Kroos y abandone la opción Kovacic, confiado en el factor Bernabéu. Pero Kovacic tendrá un peso específico en el choque, seguramente y salvo sorpresa, bien sea de inicio o bien durante el partido