El noruego Karsten Warholm fue el ganador de una de las pruebas estelares del Mundial de atletismo de Doha, los 400 metros vallas, tras una final de altos vuelos ese lunes, en la que pudo revalidar el título logrado hace dos años en Londres.
Warholm, que festejó su éxito luciendo un casco de vikingo, acabó en 47 segundos y 42 centésimas, relegando al estadounidense Rai Benjamin (47.66) a la plata y al ídolo local catarí Abderrahman Samba (48.03) al bronce.
Ese pulso a tres era uno de los más esperados de Doha-2019, con tres corredores estrella que acechan el viejo récord mundial del estadounidense Kevin Young, logrado en los Juegos Olímpicos de Barcelona-1992 (46.78).
Warholm era el hombre que más inspirado se había mostrado este año, batiendo tres veces su récord de Europa, la última de ellas para dejarlo en 46.92, en la final de la Liga de Diamante en Zúrich a finales de agosto.
Se convirtió así entonces en el segundo mejor de todos los tiempos y confirmó su condición de favorito para esta cita en Doha, donde no decepcionó.
Por su parte, el cubano nacionalizado turco Yasmani Copello, subcampeón mundial hace dos años, finalizó sexto en la final (48.25), mientras que el único representante de un país latinoamericano en la misma, el brasileño Alison Dos Santos (48.28), fue séptimo.