- Medios locales en Argentina difundieron imágenes de multitudes que hacían golpear sus cacerolas como protesta en ciudades como Rosario, Mar del Plata, Córdoba o Buenos Aires.
Voz de América
Reuters
BUENOS AIRES — Miles de argentinos salieron el jueves a las calles de las principales ciudades del país con cacerolas para protestar contra un amplio decreto publicado la noche anterior por el flamante gobierno ultraliberal de Javier Milei para reformar la economía.
La protesta tuvo lugar un día después de que Milei firmó un decreto que incluye más de 300 medidas para eliminar regulaciones sobre la economía, que incluye la derogación de normas laborales y de leyes de controles de precios y de promoción de la actividad industrial.
La norma presidencial, que aún puede ser rechazada por el Parlamento, fue considerada inconstitucional por diversos expertos, que destacaron que los cambios deberían hacerse a través de leyes aprobadas por el Congreso y no de decretos.
Además de las trabas que podría encontrar en el Parlamento, la norma podría ser rechazada por la Justicia, lo que impediría su aplicación.
Brutal represión en el patio Olmos de Córdoba, solo por ir a golpear unas cacerolas .
Eso es libertad ? #CacerolazoContraMilei pic.twitter.com/Tb7iinNmqf— punto ☀️☀️☀️ Argentina Campeón !!! (@puntoabc) December 22, 2023
En medio de una grave crisis, la iniciativa disparó en la noche del miércoles las primeras protestas en Buenos Aires, pocos días después de que Milei asumiera el poder y devaluara el peso un 54 %, lo que aceleró la ya alta inflación.
Medios locales difundieron imágenes de multitudes que hacían golpear sus cacerolas como protesta en ciudades como Rosario, Mar del Plata, Córdoba o Buenos Aires.
Entre las medidas adoptadas en la normativa, se incluyen también los primeros pasos para privatizar las empresas estatales, la eliminación de restricciones a aumentos de precios y la modificación del Código Civil y Comercial, y una reforma del Código Aduanero.
El libertario Milei alega que pretende reducir el Estado y eliminar el déficit público para que la economía vuelva a crecer, en medio de una inflación cercana al 200 % anual y una pobreza del 40 %.