Pocos eventos deportivos logran levantar el entusiasmo popular como la Vuelta a Guatemala. Desde 1957 se lleva a cabo esta competencia, que este año cuenta con la participación de equipos de seis países, entre ellos Colombia, cuna de los poderosos escarabajos. Guatemala no gana desde el año 2000.
Ha sobrevivido por más de medio siglo a pesar de la errática dirigencia en la Federación de Ciclismo en las últimas décadas. Creada en 1957, la Vuelta a Guatemala forma parte del circuito americano conocido como UCI America Tour, y este año contará con la participación de seis equipos extranjeros y seis nacionales, los cuales lucharan por la victoria en nueve etapas, con un recorrido de 1.028 kilómetros.
Con 25 victorias, Colombia ha sido el mayor ganador de la competencia, mientras que Guatemala sigue en segundo lugar con 15 campeones, siendo el último Fermín Méndez, en el ya lejano año 2000. El año pasado el ganador fue el costarricense Román Villalobos, quien vuelve este año para intentar revalidar su título y es una de las máximas figuras de la competencia.
En los últimos años el desarrollo de la Vuelta a Guatemala ha sido irregular, tanto en la fecha en que se realiza como en su recorrido, al extremo de ser recortado constantemente. Este año, aunque se incrementó nuevamente el número de etapas, sigue siendo un desafío más corto de los que llevaron la competencia a un lugar de reconocimiento e importancia continental.
Una vez más se ha perdido la tradición de arrancar la vuelta el 20 de octubre y terminarla el 1 de noviembre —dos fechas de asueto nacional—. La primera etapa está prevista para el lunes 24 en el Parque Central, con un recorrido de 130 km. entre Guatemala, El Progreso y Jutiapa.
En los días sucesivos, la Vuelta sigue por el oriente del país, para trasladarse luego al sur, y luego al occidente y altiplano, hasta volver y concluir con un circuito en el Anillo Periférico, precisamente el día del tradicional fiambre chapín.
Para entender más de cómo llegamos, nadie mejor que el doctor Francisco Aguilar para analizar los aspectos de la carrera.
¿Está Guatemala preparada a nivel de carreteras para recibir a la Vuelta de Guatemala?
Definitivamente no. Las carreteras del país son muy malas en este momento. Recientemente fui a Mazatenango y Jutiapa, donde las carreteras están muy arruinadas y no se encuentran en condiciones de recibir una carrera tan importante como esta.
Pero hay que correr. Estoy seguro de que por lo menos la Federación va a ponerle tierra a los hoyos, que son tremendos.
Me gustaría que el vicepresidente Jafeth Cabrera (expresidente de la Federación de Ciclismo) se comunicara con alguna comisión de bacheo emergente, para que, al menos, se haga algo para mejorar las condiciones.
¿Cuáles son para usted los equipos favoritos a llevarse la carrera?
En mi opinión, hay tres equipos favoritos y los tres son extranjeros. El primero es Canel´s Turbo de México, que viene con Román Villalobos, campeón de la pasada edición de la competencia, además es un equipo continental de América, con corredores de diferentes países.
Luego el equipo costarricense Yayas. El año pasado, por primera vez en la historia, un corredor americano, que no fuera colombiano o venezolano, ganó la Vuelta a Táchira, Joseph Chavarria, que viene como corredor número uno del equipo.
De ahí esta el Néctar-Cundinamarca de Colombia, que siempre trae corredores importantes. Con ellos viene Camilo Castiblanco como corredor número uno del equipo, aunque en este equipo los seis corredores son muy parejos y pueden hacer algo importante.
Tampoco podría hacer de menos a Ecuador, porque ya quedaron segundos en la vuelta y como corredor tienen a Byron Guama.
¿Da alguna posibilidad a los equipos y corredores nacionales?
Los otros dos equipos, para no quitar toda posibilidad a Guatemala, son el Cable DX-Decorabaños de Quetzaltenango, que cuenta con Manuel Rodas, corredor nacional, que es un excelente contrarrelojista. Por otra parte, Hino-Pizza Hut-RCN-FFACSA-Eurobikes tiene a Alder Torres, un corredor que se defiende bien en cualquier terreno.
¿A qué se deben los cambios en la Vuelta a Guatemala y por qué no existe la misma ilusión en el aficionado chapín?
La Federación de Ciclismo estuvo un poco presionada por la Unión Ciclista Internacional, por lo que se redujo la cantidad de etapas que se corrían durante la carrera, y es eso lo que más ha resentido la afición chapina del ciclismo, que le ningunearon la Vuelta a Guatemala, se la hicieron más pequeña y corta. Los aficionados sienten que la carrera no tiene el mismo sabor de cuando se competía desde el 20 de octubre al 1 de noviembre, ya no sienten el sabor de la Revolución de Octubre y el plato del fiambre, y eso pegó.
Aunque lo que más ha castigado es que no ganamos la carrera desde hace 16 años, cuando fue Alberto Fermín Méndez el triunfante, creo que eso ha provocado que más gente se retire.
En antaño, la Vuelta a Guatemala era de las más reconocidas de la zona. ¿Por qué cree que ha perdido relevancia?
La carrera de San Luis en Argentina es la mejor de América, van los más destacados ciclistas del mundo. Luego está la vuelta a Colombia. Juntas son las dos más importantes en Latinoamérica.
La Vuelta ha perdido relevancia porque ha habido menos patrocinadores y menores posibilidades de hacer algo más fastuoso. También hay menos ciclistas y equipos de marca guatemaltecos, ya que la Federación no se ha preocupado por que hayan más ciclistas nacionales y equipos.
Lo que se necesita es estimular a las casas comerciales que les gusta el ciclismo. Por ejemplo, una tradicional, que era Café Quetzal, abandonó el ciclismo tras 30 años, es una lástima que casas comerciales que apoyaban este deporte estén ahora retiradas.
¿La falta de dinero o patrocinadores ha golpeado entonces?
El dinero es esencial en todos los deportes. No hay ninguna ecuación donde se pueda lograrar un alto rendimiento deportivo sin dinero. Eso es una ecuación absoluta: si no hay dinero, hay menos posibilidades de inversión y gente que quiera participar, es indiscutible.
En cualquier deporte del que hablemos, ya sea con dinero estatal o de iniciativa privada, el dinero es esencial para un proceso. En el caso de ciclo olímpico, el dinero que manda es el estatal. Si este no existiera seguiría siendo como lo fue alguna vez, cuando era Panamá el que ganaba continuamente en todos los deportes en general. Es más, ganaría el triángulo sur de Centro América, Panamá, Costa Rica y Nicaragua, pero como a ellos no les da dinero el Estado, no tienen buenas actuaciones en el ciclo olímpico. Por lo contrario, en el deporte de alto rendimiento a nivel profesional ellos son mucho mejores que nosotros.
¿Hacia dónde se dirige el ciclismo guatemalteco en estos momentos? No va hacia ningún lado. Tenemos la posibilidad de participar en el ciclo olímpico y Juegos Centroamericanos o Centroamericanos y del Caribe, pero no podemos participar con éxito más allá de eso.
Por ejemplo, el ciclismo tico nos ha superado, y antes el nuestro era dominante. Hay que recordar que Saturnino Rustrián ganó en dos ocasiones la vuelta a Costa Rica y también Manuel de Jesús Herrera. Pero, ahora, Guatemala tiene 44 años de no ganar la Vuelta a Costa Rica, mientras que Costa Rica ha ganado la de Guatemala en cuatro ocasiones en este siglo: Juan Carlos Rojas —dos veces—, Román Villalobos y Vargas.
A nivel de alto rendimiento no podemos competir, la única manera es que hayan más equipos de marca y más ciclistas participando.
Termina la entrevista enriquecedora con un experto en el tema. Ahora, la afición podrá disfrutar de la Vuelta a Guatemala, que sigue siendo la fiesta del color y el pedal.