Volkswagen está negociando un acuerdo amistoso con sus clientes en el marco del juicio por fraude de los motores diésel que empezó en septiembre, indicaron este jueves el fabricante de automóviles y un grupo de consumidores.
Las negociaciones con la Federación de Defensa de los Consumidores Alemanes (VZBV), que serán «confidenciales», están en «una fase precoz» y no hay «ninguna garantía de éxito», indicaron las dos partes en un comunicado conjunto.
Se trata del primer gran juicio contra Volkswagen por el llamado ‘dieselgate’, que empezó en septiembre con una denuncia grupal.
El fabricante está acusado de haber instalado sin conocimiento de sus clientes un sistema informático que hacía que sus vehículos diésel parecieran menos contaminantes de lo que en realidad eran.
El juicio en Alemania reúne unas 400.000 demandas de consumidores y podría durar varios años.
Los jueces del tribunal de Brunswick tendrán que dirimir si la falsificación de Volskswagen provocó un prejuicio a sus clientes y, si fuera el caso, calcular la indemnización.
El escándalo estalló en septiembre de 2015, cuando el gigante alemán del automóvil confesó haber equipado 11 millones de vehículos con ese programa informático.
Desde entonces el «dieselgate» ha costado más de 30 mil millones de euros a Volkswagen en gastos jurídicos, multas e indemnizaciones, en su mayoría en Estados Unidos.