Autoridades de protección civil de Guatemala vigilan un aumento de las explosiones y lanzamiento de ceniza del volcán de Fuego, situado a 35 km al suroeste de la capital, que el año pasado dejó cientos de muertos y desaparecidos por una violenta erupción.
El volcán, de 3 mil 763 metros de altura, incrementó en las últimas horas su actividad eruptiva con sismos y flujos de lava, dijo a periodistas Edson Álvarez, portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Álvarez precisó que el coloso, ubicado entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, también ha expulsado columnas de ceniza que sobrepasan los mil metros sobre el cráter, aunque no se ha informado sobre la caída del material en poblados cercanos.
La Conred emitió dos boletines de prevención a las autoridades comunitarias, municipales y de gobierno en zonas cercanas al volcán, para que estén atentos a la evolución de la actividad volcánica y que evacúen a pobladores a sitios seguros de ser necesario.
El volcán de Fuego registró el 3 de junio de 2018 una potente erupción que provocó una avalancha de gases, ceniza y rocas ardientes que arrasó la comunidad de San Miguel Los Lotes y dejó 201 muertos y 229 desaparecidos.
En octubre pasado, la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, autoridades y familiares de los desaparecidos reiniciaron oficialmente la búsqueda de las víctimas. Se espera que el proceso concluya en los últimos días de diciembre.
Además del volcán de Fuego, en el país centroamericano están activos el Pacaya, cercano a la capital, y El Santiaguito, unos 100 km al oeste de Ciudad de Guatemala.