Violentos disturbios se registraron este viernes en el centro de Santiago, donde miles de manifestantes enfrentaron a la policía, la cual aumentó su contingente para evitar disturbios, a dos meses del comienzo del estallido social en Chile.
La Intendencia de Santiago (gobernación) aplicó una nueva fórmula de «copamiento» de la plaza Italia, epicentro de las manifestaciones, la que fue cercada y abarrotada de agentes policiales para evitar concentraciones.
«No tenemos ninguna manifestación autorizada en ese lugar y, por lo tanto, no corresponde que exista una manifestación», declaró Felipe Guevara, Intendente de Santiago, horas antes de que comenzaran los disturbios.
Las manifestaciones tradicionalmente son más concurridas en este lugar los días viernes, precisamente.
Pese al fuerte operativo policial, miles de manifestantes se acercaron a los alrededores de plaza Italia, pero en menor cantidad que en anteriores protestas.
En este lugar las movilizaciones ya habían llegado a congregar a más de un millón de personas en el marco de esta crisis, la peor desde que Chile retornó a la democracia en 1990, que ha dejado 24 muertos y miles de heridos.
«Lo que buscamos es que los derechos de las personas que circulan o viven en el sector de plaza Italia dejen de ser afectados. Queremos carabineros (policías) prudentes en las calles, no inhibidos, que protejan a la ciudadanía de actos violentos», agregó Guevara.
Una veintena de ciclistas fueron los primeros que lograron vencer el cerco policial, mientras que otros manifestantes a pie intentaban sin éxito ingresar a la plaza ya que fueron dispersados con gases lacrimógenos y carros lanza agua.
Tras casi una hora de enfrentamientos, los manifestantes rompieron las vallas metálicas y lograron superar a los policías, quienes tuvieron que retroceder a calles aledañas. Ya en el lugar, rebautizado al calor de estas manifestaciones como plaza de la «Dignidad», plantaron una bandera chilena.
Otro pequeño grupo de manifestantes marchó al oeste hacia la avenida Alameda –la principal arteria del centro de Santiago- hasta llegar al frente del palacio gubernamental de La Moneda, donde lanzaron piedras a la policía que los dispersó con gases lacrimógenos, constataron periodistas de la AFP.
Ya por la noche, grupos radicales armaron barricadas en la Alameda y les prendieron fuego, pero también fueron dispersados por las fuerzas del orden.
Las protestas en Chile estallaron el 18 de octubre por el alza en la tarifa del metro de Santiago pero después derivaron en un amplio reclamo en contra del gobierno de Sebastián Piñera y de políticas sociales de mayor igualdad.
Procesión por el ‘perro matapacos’
Cerca de plaza Italia, un millar de personas realizaron una procesión en honor al ‘perro matapacos’ (perro mata policías) un animal negro con un pañuelo rojo en el cuello. El can se convirtió en un símbolo de la resistencia callejera chilena desde el 2011, cuando aparecía en medio de protestas estudiantiles que reclamaban una educación gratuita y de calidad.
El perro sin raza, que murió en 2017, se hizo famoso ya que cuando se producían disturbios durante las manifestaciones, lanzaba fuertes ladridos en contra de la policía, soportando los gases lacrimógenos y los fuertes chorros de agua lanzados por carros policiales.
Los participantes de la procesión cargaron un enorme perro hecho de metal, en medio de bailes al ritmo de tambores mientras avanzaron de forma pacífica por calles del barrio de Providencia, a pocas cuadras de plaza Italia.