El número de muertos en deslizamientos de tierras y derrumbes de casas causadas por el violento temporal que azota desde hace días a Minas Gerais, en el sudeste de Brasil, subió este domingo por la tarde de 37 a 44, en una nueva tragedia que más de 30,000 desalojados en tres estados.
Según el último parte divulgado este domingo por la Defensa Civil local, la cifra de desaparecidos bajó de 25 a 19, mientras que el de heridos se mantuvo en 12.
Unas 17,000 personas están «desalojadas» por este temporal en Minas Gerais. Un total de 99 de los más de 800 municipios del estado fueron declarados en emergencia, entre ellos la capital Belo Horizonte, donde murieron 14 personas.
Los aguaceros afectan también a los estados vecinos de Rio de Janeiro y Espírito Santo (sudeste), donde hace una semana murieron nueve personas.
Las imágenes tomadas en el terreno y desde el aire muestran la magnitud del desastre: deslizamientos de tierras, casas derrumbadas, ríos desbordados, barrios inundados en varios municipios, carreteras cortadas y árboles, postes de electricidad y puentes caídos.
Las autoridades no divulgaron las identidades de los fallecidos, si entre ellos hay extranjeros ni las condiciones en que perecieron.
Uno de los cuerpos encontrados este domingo bajo los escombros fue el de una mujer en Vila Bernadete, un barrio de la periferia de Belo Horizonte, donde siete personas murieron en un derrumbe tras un deslizamiento que afectó a siete casas en una pendiente.
El chofer Audemar Carneiro, de 51 años, es vecino de las casas que cedieron y amigo de los fallecidos.
«Aquí nunca había acontecido algo sí, era un lugar bastante seguro, fuera de la zona de riesgo. En los últimos días llovió mucho. Fue una tragedia no anunciada», explicó a la AFP.
Carneiro es uno de los 17,000 vecinos que tuvieron que salir de sus casas, y desde hace dos noches duerme en casa de un amigo. Otros muchos fueron a refugios municipales.
En Sabará, un municipio de la región metropolitana de Belo Horizonte, varias personas limpiaban un restaurante que quedó inundado por el Rio das Velhas, que causó numerosos estragos a su paso, constató la AFP.
«Ya hubo tres inundaciones aquí, pero esta fue la peor», lamentó el comerciante Antonio dos Santos Benfica.
«Un nuevo reordenamiento urbano
En su gran mayoría, los fallecidos fueron arrollados por aludes de tierra o sepultados bajo sus casas en los cerros, a menudo construidas de manera irregular, como ocurre en muchas partes de Brasil.
Desde India, donde está de viaje oficial, el presidente Jair Bolsonaro dijo que el gobierno está haciendo «todo lo posible», pese a que «el área que fue afectada es muy grande» y «es difícil atender a todos».
El ministro de Desarrollo Regional, Gustavo Canuto, y el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, sobrevolaron la zona afectada y anunciaron una ayuda inmediata de 90 millones de reales (unos 22 millones de dólares a tipo de cambio actual).
«Brasil necesita un reordenamiento urbano. Necesitamos políticas públicas consistentes, de largo plazo, que gradualmente reduzcan las zonas de riesgo (…) En caso contrario veremos cosas como ésta muchas veces», advirtió Zema.
Riesgo de nuevos deslizamientos
Las lluvias dieron una tregua este domingo, pero la previsión es que vuelvan con fuerza a partir del martes. Las autoridades prolongaron hasta el próximo viernes la alerta por riesgo de nuevos deslizamientos en varios municipios del área metropolitana de Belo Horizonte. También pidieron a los desalojados en las zonas de riesgo que no vuelvan a sus casas hasta nuevo aviso.
La región es castigada por las peores lluvias desde que se tiene registro. El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) informó que entre las 09H00 del jueves y las 09H00 del viernes, Belo Horizonte acumuló 171,8 milímetros de lluvia, el mayor registro en 110 años de medición histórica.
Fuertes chubascos causaron también inundaciones en siete ciudades del norte del estado de Rio de Janeiro, vecino de Minas Gerais, después de que se desbordaran tres ríos, sin reportes de muertos o heridos. Según datos divulgados por la prensa local este domingo, unas 6.000 personas fueron desalojadas.
Espírito Santo, otro estado vecino, fue azotado hace una semana por violentos temporales que dejaron nueve muertos y varios municipios inundados. El número de desalojados subió este domingo a 8.000.
Esta nueva tragedia en Minas Gerais coincide con el primer aniversario el sábado de la rotura de un dique minero de Vale en la localidad de Brumadinho, que dejó 270 muertos (11 de ellos aún desaparecidos) por el torrente de lodo que sepultó la zona.
Debido a las lluvias, la minera elevó al segundo nivel de alerta por riesgo de rotura -de los tres posibles- de un dique del complejo minero Gongo Soco (100 km al este de Belo Horizonte), por «una erosión en la parte interna», si bien aseguró que se mantiene «estable».