- Un tribunal federal fallará el próximo 6 de diciembre sobre acusaciones de corrupción durante el Gobierno de Cristina Fernández cuando fue presidenta de 2003 a 2015.
La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, volvió a acusar el martes a los fiscales que la encauzan en un juicio por corrupción diciendo que no se busca justicia, sino venganza.
Un tribunal federal deberá resolver si desde en el Gobierno de Fernández (2003-2015) hubo corrupción y si se formó una “asociación ilícita” para favorecer con obras millonarias al empresario vial y socio de la familia Kirchner, Lázaro Báez.
Se investiga si Báez obtuvo ventajas para ganar licitaciones y condiciones beneficiosas en los pagos de 51 obras viales en la provincia de Santa Cruz, lugar desde donde Cristina y su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner se proyectaron a la política nacional.
Fernández dijo que el tribunal “es un verdadero pelotón de fusilamiento” y denunció que los fiscales “se dedicaron a injuriar, agraviar, denostar y actuar no conforme a derecho, sino tal cual, a las editoriales de los Diarios Clarín y La Nación”.
“Ya hoy se merecerían ser los periodistas estrellas de estos medios, porque fue increíble el desapego a las formas y al fondo de la cuestión y los hechos”, dijo la vicepresidenta.
Los fiscales piden para Cristina Fernández una condena de 12 años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. También están acusados el exministro de Planificación Federal Julio De Vido, el exsecretario de Obras Públicas Julio López y el extitular de Vialidad Nacional, Nelson Periotti, todos funcionarios de máxima confianza y amigos de los Kirchner.
Sin embargo, analistas políticos como Andrés Malamud, afirman la vicepresidenta busca mantener el poder para evitar ir a la cárcel.
“Cristina siempre tuvo dos objetivos: justicia e ideología, libertad y legado. Ahora se da cuenta que la libertad está en peligro. La de ella y la de su hija, que es la única miembro de la familia que no tiene inmunidad. Necesita sobre todas las cosas resolver ese problema”.
Mientras tanto, desde los ámbitos judiciales señalan que se debe evitar la politización de la causa, ya que la sociedad espera una respuesta muy clara.
“(Cristina) está utilizando los últimos elementos que le quedan y es obvio, que es la politización de la causa”, dijo Alejandro Fargosi, exmiembro del Consejo de la Magistratura de la Nación. “Está negando la validez de todo el juicio, no como tal o cual prueba”.
Fargosi afirma que “el tribunal no la está privando de nada, para evitar nulidades. Cristina Fernández decía que la perseguían por ser mujer, negra y política, y eso no es cierto”.
Los imputados en el juicio tienen la opción de exponer sus últimos argumentos antes que el tribunal de a conocer las sentencias el 6 de diciembre.
En caso de ser condenada, Fernández puede apelar la sentencia ante distintas instancias judiciales superiores, un proceso que puede tardar años. La ley no le impide presentarse a cargos públicos en las elecciones generales de 2023 hasta tanto la Corte Suprema de Justicia no emita un fallo de manera definitiva.