Elder Interiano
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enfrenta una de las peores crisis de su mandato, en la cual analistas prevén que podrían ser sus últimos días protegido con los más leales de su Ejército del Partido Socialista, o peor aún, fortalecer por un tiempo más su gobierno autoritario, que cada vez pone al borde del colapso a esa nación petrolera.
En todo caso, la crisis económica en que se encuentra Venezuela mantiene en constante riesgo de una rebelión pública, o golpe militar de la oposición a Maduro; en donde los más afectados siguen siendo el pueblo venezolano que sobrevive con lo mínimo, en un ambiente de tensión por represalias del régimen chavista.
Por el momento es incierto si le queda poco o mucho tiempo al mandatario venezolano, aunque especialistas advierten que las últimas medidas tomadas por el gobernante también lo están aislando a nivel internacional, a la vez que las crisis que también sufren otros mandatarios sudamericanos, sus aliados, ponen en riesgo el bloque socialista que les daba un poderío populista en Latinoamérica.
Así las cosas, la constante amenaza de un estallido social es solo cuestión de tiempo, opinan algunos especialistas; aunque la difícil situación en el país, la ha agudizado el propio Maduro, a causa del estado de excepción que dictó recientemente por temor a represalias a su autoritarismo.
Se declara el estado de excepción y emergencia económica (…) dadas las circunstancias de orden social, económico, político, natural y ecológico que afectan gravemente la economía nacional, el orden constitucional, la paz social, la seguridad de la nación, señala el artículo 1 de la Gaceta Oficial, difundida al principio por los medios oficiales del Gobierno.
Claman por un referendo
Con este Estado de Excepción, Nicolás Maduro bloqueó por un tiempo indefinido la salida de un referendo revocatorio, con el que la oposición esperaba que dejara la presidencia; no obstante, algunos críticos dicen que esta dificultad en el país, con mayores reservas petroleras del mundo, solo está aumentando el descontento social, como si fuera una bomba de tiempo. Y para ponerle guinda a la crisis, los altos jefes militares de Venezuela han lanzado desafíos y advertencias por los medios de comunicación, al estilo de viejos dictadores de la guerra fría.
Quien se meta con un soldado se está metiendo con todos. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) está más unida que nunca, más revolucionaria, más chavista que nunca, dijo ante la televisión venezolana Diosdado Cabello, diputado de la Asamblea y líder militar de la revolución bolivariana que instauró el extinto Hugo Chávez Frías.
Con estas decisiones políticas, el presidente Maduro busca defenderse de lo que él llama un intento de golpe de Estado que se planea en su contra desde el exterior, en donde supuestamente estaría participando el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe.
Mientras la tensión crece en Venezuela, Maduro ha salido ante los medios de comunicación denunciando una campaña en su contra desde España, a lo que él llama una conspiración internacional por derrocar su Gobierno.
Durante una conferencia de prensa, un agitado Maduro manifestó desde el palacio presidencial de Miraflores, que Venezuela quiere ser llevada a una situación generalizada de violencia que sirva como excusa posterior a una intervención militar internacional, a la vez de asegurar que se ha creado una brutal campaña política y mediática, desde España.
Incluso, en esa conferencia atacó con nombre y apellido a varios periodistas autores de titulares en contra del gobierno chavista.
De esta forma es como Maduro anunció una contraofensiva política para hacer frente a las amenazas y agresiones a Venezuela desde el exterior, a lo que otros analistas interpretan que se trata de más medidas represivas contra los opositores, y más bloqueo a la libertad de expresión.
Las aguas están agitadas en Venezuela y la situación de Maduro crea cada vez más frentes que afectan la deteriorada situación económica del país, en donde el dos veces candidato a la presidencia, Henrique Capriles, ha pedido a los venezolanos que desobedezcan el decreto, pues el Parlamento no lo aprobará por ser inconstitucional.
Esta crisis en Venezuela ha cobrado factura a los sectores productivos de ese país, ya que diversas empresas han tenido que cerrar ante amenazas de intervención, mientras que otras han hecho recortes de personal.
Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, el gremio industrial más importante de este país petrolero, advierte que algunos de los sectores productivos en crisis por carencia de insumos son los alimentos, medicinas, autopartes, metales, productos químicos, papel o artes gráficas. Con este panorama, las proyecciones de inflación para este año ascienden a 700 por ciento, la más elevada del mundo. La economía se contrajo 5.7 por ciento en 2015 y lo hará aún más este año, destaca en un artículo el Diario Reforma, de México.
El caso Rousseff le afecta
La situación externa también se le complica a Maduro, independientemente de los señalamientos de otras fuerzas opositoras, ya que la destitución de Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil lo pone en jaque, al perder un importante escudo de protección internacional, pero; además, un vital proveedor de alimentos que esa nación le vendía al crédito.
Asimismo, un grupo de trabajadores de Empresas Polar, la principal productora de alimentos de Venezuela, aseguró recientemente que los inventarios de maíz blanco con el que se elabora la harina de la arepa, un artículo importante en la dieta venezolana, alcanzarán hasta finales de mayo.
Así es como advirtieron que si el Ejecutivo, que tiene el monopolio del sistema cambiario que rige desde hace más de 10 años, no les otorga divisas, las plantas harineras se verán en la obligación de dejar de producir, advierten agencias internacionales.
De tal cuenta que la tabla de flotación que le significaba Rousseff al Gobierno bolivariano ya no existe, por lo que la crisis alimentaria se podría incrementar, al igual que la impopularidad del mismo gobernante y su inestabilidad política. Maduro se pudre, dicen algunos, so lo falta esperar que caiga del árbol del poder.