Un estadio de béisbol bautizado con el nombre del legendario Jackie Robinson, primer jugador negro en las Grandes Ligas y líder de los derechos civiles, fue utilizado como «cárcel» por las autoridades de Los Ángeles para los detenidos en las protestas contra el racismo.
La Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) informó que el uso de este campo deportivo por parte de la policía (LAPD) y el sheriff se hizo «sin conocimiento o permiso» de la institución, que lo maneja.
«La UCLA no recibió una solicitud de la policía de Los Ángeles o de cualquier otro organismo de la ciudad para convertir ese espacio en una ‘cárcel de campo’ para fichar a los detenidos», indicó en una nota a la AFP este miércoles.
«La LAPD ha desocupado la propiedad y le informamos que su uso futuro como centro de fichaje de detenidos no será concedido por la UCLA».
El jefe de la LAPD, Michel Moore, dijo el martes que 2,700 personas fueron arrestadas desde que la semana pasada estallaron las manifestaciones desatadas por la muerte de George Floyd, un ciudadano negro que fue asfixiado por un policía blanco en Minneapolis.
La mayoría de los arrestos fue por la violación del toque de queda impuesto desde el fin de semana y 10% por saqueos.
No está claro en qué parte del estadio se realizó el fichaje de los detenedidos, ni cuántos fueron, o cuánto tiempo duraron los arrestos. La LAPD no respondió aún un pedido de la AFP para comentar el asunto.
«Estudiantes de UCLA fueron arrestados por usar su derecho constitucional a protestar pacíficamente contra la injusticia racial, omnipresente en la policía estadounidense», indicó por su parte un grupo de profesores de la universidad, en una carta de protesta por el uso de estas instalaciones.
«Fueron detenidos y fichados en un estadio de su propio campus llamado Jackie Robinson, un icono de la larga e inacabada lucha por la libertad de los negros», agregó la misiva.
Nieto de un esclavo, Robinson (1919-1972) debutó con los Dodgers de Brooklyn en 1947, rompiendo la barrera que excluyó a los peloteros negros del béisbol de las Ligas Mayores por más de medio siglo.
El estadio es propiedad del Departamento de Veteranos (federal), pero está arrendado a la universidad.
Los profesores de la UCLA denunciaron además que la policía no cuidó las medidas de seguridad por la pandemia del nuevo coronavirus, al hacinar detenidos en autobuses para ficharlos en el estadio.
Según la carta, los oficiales no usaron máscaras o respetaron el distanciamiento social.
«La cruel ironía es que esto haya ocurrido en una instalación utilizada para hacer pruebas de la COVID-19», dijeron.