Giménez se convirtió en el héroe en Ekaterimburgo este viernes cuando todos los caminos parecían conducir al empate en cero en un partido que dejó en pausa el esperado duelo entre Luis Suárez y Salah, que en el día de su cumpleaños 26 vio el choque desde el banco por una lesión de hombro.
El gol «fue con el alma porque fuimos muchos a esa pelota. Me tocó meterla a mí y estoy contento por el equipo», advirtió Giménez.
El primer tiempo fue para el olvido, la apuesta del entrenador Óscar Tabárez a un mediocampo que tuviera el balón se quedó en intenciones ya que el equipo careció de profundidad.
Lo mejor llegaría en los minutos finales con Suárez y Edinson Cavani enchufados y el gol del defensa salvando el debut celeste, que rompió la racha y arrancó el Mundial con tres puntos en la bolsa.
Tabárez celebró «la actitud» del equipo para buscar el gol ante un equipo que defendió con uñas y dientes.
El ‘Maestro’ contó que en el entretiempo se recordó un gol de Diego Godín en el pasado Mundial, parecido al de Giménez. «Es capacidad y determinación», concluyó el DT.
Enfrente, Héctor Cúper consideró que su equipo pese a la derrota hizo «un buen partido» y apostó a que con Salah en cancha en el resto del Mundial los ‘faraones’ pelearán por salir ilesos de la serie.
– Una larga siesta –
El inicio del partido reflejó el sentir de ambos entrenadores, en especial de Cúper, que aplastó con su cerrojo defensivo las intenciones de juego de Uruguay.
Fiel a su temperamento, Suárez arrancó con todo el duelo, dio instrucciones a sus compañeros y sacó dos débiles remates que entonaron a la hinchada celeste.
A su lado, Edinson Cavani estuvo aún más desconectado de un joven mediocampo que falló a la hora de romper líneas con pases en profundidad para sus delanteros.
Giorgian De Arrascaeta, volante creativo del Cruzeiro, se adueñó de las pelotas quietas y Rodrigo Bentancur apostó a entrar por el medio.
Uruguay tuvo el control el 57% del tiempo de juego, pero los ‘faraones’ contaron con la astucia de Mohamed Elneny, Tared Hamed para guarnecer a su defensa y cerrar la puerta al gol.
En el rival, la ausencia de Salah hizo estragos. Marwan Mohsen pasó casi desapercibido y el cero fue inamovible.
– Gol de oro –
Más despierto arrancó el equipo charrúa en el complemento. En la primera jugada, Cavani encontró a Suárez en el área y el Pistolero del Barcelona definió, pero el arquero Mohamed Elshenawy tapó el tiro.
La jugada fue un espejismo en el desierto creativo del equipo charrúa. Egipto respondió y por momentos se acercó tímidamente al arco defendido por Fernando Muslera que acertó cuando su equipo lo necesitó.
Un panorama oscuro para el equipo que obligó al ‘Maestro’ Tabárez a mover el mediocampo a los 57 minutos. Fuera De Arrascaeta y Nahitan Nández para dar paso a Carlos Sánchez y Cristián Rodríguez, en busca de mayor intensidad.
Cúper también movió sus fichas, sacó al atacante Marwan Mohsen para dar ingreso a Mahmoud Kahraba.
Un disparo de media distancia fuerte al medio encontró despierto a Muslera que se quedó sin dificultad con el balón y en la contra Suárez tuvo su gran oportunidad. El goleador entró al área dominado el balón, se demoró en definir y el arquero le ahogó el grito de gol.
Fiel a su histórica ‘garra’, los celestes mantuvieron la presión en ataque.
Giménez ganó en las alturas y con un potente cabezazo firmó un triunfo por la mínima que sin colmar le da tranquilidad para encarar el resto del torneo.
«Nos encanta (ganar) así, sufriendo», dijo al final del partido el sólido capitán Godín, que junto a Giménez lideran la muralla defensiva de Uruguay.
El triunfo de Uruguay lo deja con tres puntos detrás de Rusia, que goleó a Arabia Saudí por 5-0 en el arranque del Grupo A.