Una inundación repentina en la ciudad afgana de Charikar, al norte de Kabul, arrasó con casi todo lo que encontró a su paso, provocando al menos 100 muertes y otros tantos heridos, según el balance oficial este miércoles.
Las autoridades mandaron tropas para ayudar en las tareas de rescate en Charikar, donde unas 500 viviendas fueron devastadas por el repentino fenómeno meteorológico, tras unas lluvias torrenciales.
Charikar es la capital de la provincia de Parwan, a unos 60 km de Kabul. Este miércoles, tras horas de lluvia, buena parte de la ciudad aparecía cubierta de lodo y piedras.
«Alrededor de las 02h00 (09h30 GMT del martes), las inundaciones repentinas provocadas por las intensas lluvias anegaron Charikar», señaló a la AFP Whaida Shahkar, portavoz del gobierno provincial.
El ministerio de Gestión de desastres dio la cifra de 100 muertos como saldo provisional.
Mohamad Qasim, un agricultor de 45 años, perdió a once miembros de su familia, «un hombre, siete niños y tres mujeres».
«Esta noche cuando los llamé, sus teléfonos estaban apagados. Entonces llamé a sus vecinos, quienes me dijeron que la casa había sido destruida», señaló.
En las ruinas de la casa de su hermana, por ahora sólo han sido encontrados tres cadáveres.
Hamida, una mujer de 70 años, cuenta que se aferró a una ventana durante dos horas, en tanto el agua subía, pero pudo ser salvada por sus vecinos: «perdí todo, mis joyas, mi dinero, todo lo que poseía».
Los equipos de rescate, apoyados por múltiples máquinas para excavar y remover la tierra, buscaban entre los escombros bajo la mirada de decenas de vecinos que chapoteaban en el barro.
«Tenemos informaciones de que hay personas todavía atrapadas bajo los escombros», señaló el portavoz del ministerio, Tamim Azimi.
Ayuda de emergencia
«Dos familias en nuestro barrio aún están bajo los escombros», confirmó Abdul Majid, habitante de Charikar, entrevistado por la cadena de televisión Tolo. «Necesitamos más socorristas», añadió.
El presidente Ashraf Ghani ordenó enviar ayuda de emergencia a Charikar, indicó su oficina mediante en un comunicado.
En las redes sociales, los videos muestran a vecinos de Charikar pidiendo ayuda, en tanto otros compran ataúdes.
Las catástrofes por inundaciones son frecuentes en el país, sobre todo en áreas rurales pobres, donde las casas son frágiles y construidas en zonas de riesgo.
Los rescates y la entrega de ayuda tras los desastres naturales, particularmente en zonas aisladas, con frecuencia se ven obstaculizados por falta de equipos e infraestructuras en este país pauperizado por 40 años de guerra.
De acuerdo al ministerio de Gestión de Desastres, también se registraron inundaciones repentinas este miércoles de madrugada en al menos otras cinco provincias, pero sin causar víctimas.