Una nueva investigación detalla cómo se produce la saliva. Concretamente revela los detalles de cómo las glándulas salivales producen colectivamente la constelación de proteínas que se encuentran en la saliva, lo que abre la puerta a importantes investigaciones médicas, según publican los investigadores en la revista ‘Cell Reports’.
La investigación rastrea estas proteínas vitales hasta su origen, mostrando qué proteínas son producidas por cada uno de los tres tipos principales de glándulas salivales humanas y cómo las células individuales dentro de una sola glándula pueden secretar diferentes proteínas.
El proyecto también identifica proteínas en la boca que parecen provenir del exterior de las glándulas salivales, de lugares como tejidos epiteliales o plasma sanguíneo.
«La saliva es importante para saborear, para digerir, para tragar, para defendernos de los patógenos que constantemente inhalamos y consumimos. Las proteínas de nuestra boca forman un ejército, por así decirlo, que trabaja constantemente para protegernos«, explica Omer Gokcumen, profesor asociado de ciencias biológicas en el College of Arts and Sciences de la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos.
«Antes de esto, los científicos tenían una idea de las proteínas que se encuentran en la boca, pero no teníamos una idea completa de su procedencia. Estamos abordando esta brecha«, añade.
«Desde una perspectiva biomédica, nuestra investigación abre la puerta a más estudios sobre las funciones de la saliva y las glándulas salivales, y el uso de la saliva como líquido de diagnóstico ya que toma una instantánea de cómo deberían funcionar las glándulas salivales sanas y de desviaciones de este la expectativa puede indicar una enfermedad«, señala Stefan Ruhl, profesor de biología oral en la Facultad de Medicina Dental de la UB.
Científicos a cargo del estudio
- La primera autora del estudio es Marie Saitou, investigadora titular en biociencias en la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida y exinvestigadora postdoctoral en la Universidad de Chicago y la UB.
- Saitou, Gokcumen y Ruhl dirigieron el estudio con Sarah Knox, profesora asociada de biología celular y tisular en la Facultad de Odontología de la Universidad de California, San Francisco (UCSF).
Paso a paso
Para explicar cómo nuestros cuerpos producen saliva, los científicos primero buscaron comprender qué proteínas son producidas por cada tipo principal de glándula salival: las glándulas parótidas, submandibulares y sublinguales (los humanos tienen un par de cada una).
Para hacer esto, el equipo utilizó un método llamado transcriptómica para medir la actividad genética en cada tipo de glándula.
La actividad genética proporciona información sobre la producción de proteínas, porque cada gen proporciona instrucciones para producir una proteína específica.
Este esfuerzo permitió a los científicos comprender las proteínas que genera cada glándula y cómo las glándulas se diferencian entre sí en términos de lo que producen.
Por ejemplo, el estudio encuentra que las glándulas parótidas y submandibulares crean mucha amilasa salival, una enzima que ayuda a digerir el almidón, mientras que la glándula sublingual no produce casi nada.
Mientras tanto, la glándula sublingual produce cantidades relativamente grandes de ciertas transferasas de GalNAc, una familia de enzimas que es importante para iniciar un proceso llamado O-glicosilación que une un azúcar a ciertas proteínas de mucina salival. Y estos son sólo un par de ejemplos.
«Mostramos cómo las acciones de diferentes glándulas ayudan colectivamente a producir un fluido corporal complejo: nuestra saliva», dice Saitou.
Hallazgos
«Nuestro trabajo revela que incluso un tipo de glándula en sí no es homogéneo: las células acinares productoras de saliva, que alguna vez se pensó que producían las mismas proteínas y, por lo tanto, eran las mismas células, en realidad sintetizan distintas proteínas de la saliva, lo que indica un nuevo nivel de diversidad celular», añade Knox.
Gokcumen destaca que la investigación es un paso hacia la comprensión de la inmensa complejidad de la saliva.
Más allá de analizar los orígenes de las proteínas producidas por las glándulas salivales, el equipo también concluyó que algunas proteínas que se encuentran a la deriva en la saliva probablemente no se originan en las glándulas salivales, y que algunas proteínas importantes que ayudan a regular la expresión genética son predominantemente activas en las glándulas salivales, pero no en una letanía de otros tejidos.
«Las proteínas salivales son una puerta de entrada a nuestro cuerpo–recuerda Gokcumen–. Cuando no funcionan correctamente, sufrimos. Nuestro trabajo nos acerca un paso más a comprender sus complejos orígenes y la intrincada interacción entre ellos».
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