Una joven austriaca secuestrada mientras hacía ciclismo consiguió escapar tras elogiar las orquídeas de su raptor, informaron el sábado fuentes policiales.
Nathalie Birli, una ciclista profesional de 27 años, se entrenaba el pasado martes en los alrededores de la ciudad de Graz (sureste) cuando un coche la derribó.
La joven se rompió un brazo al caerse. Su agresor bajó del auto, la golpeó con un leño y se la llevó a su casa, aislada en el campo.
«Cuando me desperté estaba desnuda, sentada y atada en un sillón, en una casa vieja», explicó la joven al diario Kronen Zeitung.
Su secuestrador la obligó a beber alcohol e intentó ahogarla, y luego la metió en una bañera llena de agua fría, añadió.
La mujer se dio cuenta que el hombre cultivaba numerosas orquídeas. Empezó a elogiar las flores. Su agresor, al principio «lleno de odio», empezó a «suavizarse conmigo» y le explicó su pasión por la jardinería y su dura infancia.
La joven consiguió finalmente que su secuestrador la liberara y la condujera a casa, sin olvidar su bicicleta.
La policía consiguió, gracias a los datos del GPS de la bicicleta, localizar la escena del crimen. El hombre, de 33 años y con problemas mentales, fue detenido, y ahora la policía investiga si estaría involucrado en otros secuestros no dilucidados.