La empresa israelí especializada en programas de espionaje NSO, sospechosa de piratear la mensajería encriptada WhatsApp, sería ahora capaz de recolectar datos personales en la nube (cloud), pasando por el smartphone de las personas en que se interesa, informó el viernes el Financial Times.
La empresa habría creado una versión mejorada de su principal programa de espionaje, Pegasus, utilizado desde hace varios años por muchos servicios de inteligencia para recuperar datos conservados en los teléfonos portátiles, así como en tabletas y computadoras.
Esto concierne fotos y videos transferidos al espacio de almacenamiento de datos a distancia, así como los mensajes y el historial de datos de localización.
Según el diario británico, que cita fuentes cercanas, el grupo NSO «declaró a clientes que sus productos facilitan obtener datos personales de un utilizador desde los servidores Apple, Google, Facebook, Amazon y Microsoft».
Concretamente, el programa se beneficia de que el acceso al espacio de almacenamiento personal desmaterializado sigue abierto en el aparato de las personas que son objeto de investigación para ingresar allí y recuperar los datos.
En una declaración escrita enviada a la AFP, la empresa israelí desmintió las informaciones del Financial Times, y consideró que «hay un profundo malentendido respecto a NSO, sus servicios y su tecnología».
«Los productos NSO no suministran medios para recolectar y acceder a las aplicaciones, servicios o infraestructuras de la nube enumeradas y sugeridas por el artículo del Financial Times», según el comunicado.
Creada en 2010 por los israelíes Shalev Hulio y Omri Lavie y con sede en Herzliya, cerca de Tel Aviv, considerado el Silicon Valley israelí, el Grupo NSO se presenta como un especialista en cibertecnologías que suministra a las agencias gubernamentales de seguridad los medios para combatir el terrorismo y el crimen.
En mayo pasado, la mensajería en línea WhatsApp anunció que un programa espía fue enviado a teléfonos a través de su aplicación, y mencionó a una empresa que «trabaja con muchos gobiernos en el mundo».
El Financial Times había asegurado entonces que se trataba de NSO.