¿Puede un viaje transformar la percepción de un destino? Desde la vibrante Ciudad de Guatemala hasta la histórica ciudad de Xelajú, este recorrido lo demostró. Esta travesía por tierra fue mucho más que kilómetros recorridos: fue una inmersión en cultura, patrimonio y experiencias dignas de quien quiera conectar con viajeros apasionados.
De la ciudad al corazón del altiplano
El viaje comenzó cruzando la carretera Interamericana, donde cada curva mostraba montañas majestuosas y pueblos como Salcajá y San Andrés Xecul con fachadas que parecen salidas de una paleta de acuarelas. Esta ruta no solo conecta destinos, conecta emociones. Perfecta para turistas y empresas enfocadas en turismo experiencial o movilidad.
Elegancia colonial en cada rincón
La ciudad de Quetzaltenango abre sus puertas con estructuras que narran siglos:
- Catedral del Espíritu Santo. Fundada en 1532, conserva su fachada barroca original y alberga las imágenes más veneradas de la ciudad, combinando con el estilo moderno.
- Pasaje Enríquez. Galería comercial de estilo neoclásico, perfecto para un café compartiendo el atardecer.
- Teatro Municipal. Inaugurado en 1895, joya arquitectónica que refleja el esplendor cultural de la época. Ideal como escenario para activaciones culturales. Un paraíso que valora la estética clásica y la autenticidad.
- Casa de la Cultura: Antigua prisión convertida en museo, con exposiciones de arte e historia local.
El parque como epicentro social
El Parque Centroamérica. En el corazón de Xela, rodeado de edificios históricos como el Palacio Municipal, la Biblioteca del Banco de Guatemala, la Catedral, entre otros. Más que un parque, es un espacio de conexión humana. Ideal para activaciones sociales, eventos gastronómicos o experiencias nocturnas patrocinadas. ¡Imagina una velada de música y degustación de productos locales con familiares y amigos, acompañándose de un chocolate caliente, la bebida oficial del Departamento!
Desfile militar: patriotismo en movimiento
Durante el viaje se celebró, en conmemoración del Día del Ejército, celebrado cada 30 de junio; marcando el calendario con un desfile lleno de emociones vividas entre los participantes. Las fuerzas de tierra, aire y mar recorrieron la ciudad en un acto solemne y patriótico, recorriendo la plaza central y alrededores. Un momento poderoso vinculado a historia, tradición o incluso tecnología audiovisual.
Escapadas diurnas que enamoran
- Fuentes Georginas: Aguas termales rodeadas de bosque nuboso, perfectas para relajarse entre la naturaleza.
- Volcán Chicabal: Senderismo hacia una laguna sagrada maya en el cráter
- Cerro El Baúl: Mirador natural con vistas panorámicas de la ciudad y senderismo místico.
- Museo Ixkik’ del Traje Maya: Exhibiciones sobre textiles y cultura indígena.
- Paseo la Luna: Parque que ofrece entretenimiento, gastronomía y diversión; todo en un mismo lugar campestre, ideal para relajarse y conectar con la naturaleza y tomar fotografías.
Noche con sabor y atmósfera
Las noches en Xela no decepcionan:
- Tertulianos Restaurante & Museo: Historia y gastronomía, celebra una cena gourmet en una casa antigua con objetos históricos, imperdible.
- Pasaje Enríquez: Epicentro bohemio, con bares y restaurantes, perfecto para salidas entre amigos o en pareja.
- Xelapan: Panadería tradicional para probar las famosas shecas y champurradas, tradición en cada bocado, espacio ideal para degustaciones.
- Museo del Chocolate: Museo dedicado a la conservación, promoción e información sobre la historia, cultura e identidad del chocolate en Guatemala. Llamado Museo Doña Pancha, por la abuela de la autora.
Hospedajes con estilo
Existe gran variedad de hoteles, pensiones, apartamentos, etc para pasar una adecuada noche en esta placentera y colonial ciudad. Muchos están localizados cerca del parque central y sus alrededores. Cada uno muestra un estilo diferente, desde lo colonial hasta lo moderno.
Regreso con el alma llena
El regreso a la capital no fue una despedida, sino una invitación a volver. Xela dejó un suspiro en cada paso, llevando consigo memorias de historia, cultura, naturaleza y hospitalidad quetzalteca.