Un fuerte sismo de magnitud 5.6 se registró la noche del viernes al sábado cerca de la ciudad de Parga, en la región de Epiro, al noroeste del país, informó el Observatorio geodinámico de Atenas, y provocó «numerosos» daños materiales, según el alcalde de la localidad.
«No hay víctimas por ahora», agregó a la AFP el alcalde, Nikolaos Zaharias, en una conversación telefónica.
El terremoto se produjo durante la madrugada y su epicentro se situó a 11 km de Parga y a 316 km de Atenas, según el Observatorio.
El pueblo de Kanalaki, donde viven 2,500 personas, se vio especialmente afectado.
«Casas viejas abandonadas se hundieron y otras sufrieron importantes destrozos», dijo Zaharias, explicando que el sismo se sintió en toda la región.
Los desprendimientos de tierra provocados por el temblor también provocaron daños en algunas carreteras de la zona, según el alcalde.
Grecia está situada en una zona de fallas y los terremotos son frecuentes, aunque no suele haber víctimas.
El último sismo que provocó muertos se produjo en 2017 en la isla de Kos, en el mar Egeo, en el que fallecieron dos personas.
En 1999, otro sismo de 5.9 de intensidad en la región de Atenas mató a 143 personas.