Un segundo denunciante anónimo salió del silencio para entregar información sobre el escándalo ucraniano que dio pie a la apertura de un proceso de juicio político contra el presidente Donald Trump, quien acusó a la líder demócrata Nancy Pelosi de «traición».
Enfrentado a una crisis sin precedentes, Trump atacó el domingo por la noche con dureza a la presidenta de la Cámara de Representantes, acusándola en Twitter de «delitos graves» e «incluso traición», y exigiendo su dimisión.
Pelosi fue quien anunció el mes pasado el lanzamiento del proceso de destitución contra el presidente.
Mark Zaid, el abogado del primer denunciante anónimo, en cuyas acusaciones se basa la investigación contra Trump, anunció el domingo la existencia de un segundo informante.
Este agente de los servicios de inteligencia permanece en el anonimato y no se sabe si es un hombre o una mujer. Él o ella «también hizo una declaración protegida por la ley y no puede sufrir represalias», dijo el abogado. «Este denunciante tiene información de primera mano».
El despacho de abogados de Zaid defiende los intereses de un primer agente de inteligencia alarmado por una conversación telefónica que sostuvo el 25 de julio Donald Trump con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
Este agente consideró que Trump había «solicitado la interferencia» de Ucrania en la campaña para su reelección en 2020, pidiéndole que investigue para reunir información comprometedora sobre su eventual rival demócrata, Joe Biden.
Otro abogado de la firma de Mark Zaid, Andrew Bakaj, insinuó que el número de denunciantes que podrían proporcionar información sobre el caso de Ucrania aún podría aumentar.
El mandatario estadounidense no se refirió concretamente a los anuncios de la firma de abogados el domingo. Pero esgrimió argumentos en defensa propia afirmando que tenía «la obligación de examinar cualquier posible o probable corrupción», para justificar las solicitudes hechas a Ucrania pero también a China para investigar a Joe Biden y a su hijo Hunter, que hizo negocios en esos dos países.
El sábado había acusado a la prensa y a los demócratas de confiar en información «de segunda mano» emitida por el denunciante.
Atroz
El primer denunciante reconoció que no había escuchado directamente la llamada entre los presidentes de Estados Unidos y Ucrania. Pero dijo que había hablado con más de media docena de funcionarios «muy preocupados» por la conversación.
Por el momento, la mayoría de las figuras republicanas se han abstenido de criticar al mandatario, quien ha declarado en repetidas ocasiones que su conversación con Zelenski fue «perfecta».
Entre las excepciones, Mitt Romney, excandidato presidencial en 2012 y senador por Utah, dijo que era «atroz» que el presidente llamara a potencias extranjeras para investigar a Biden. Ello le valió ser llamado «cretino pretencioso» el sábado por Donald Trump.
Susan Collins, otra senadora republicana, también se distanció del presidente.
Si los demócratas votan a favor de proceder con la acusación en la Cámara de Representantes, donde son mayoría, los republicanos pueden derrotar el proceso de juicio político en el Senado, controlado por ellos.
El sábado, la administración Trump criticó el «acoso» de los demócratas en su contra después de que la oposición instó a la Casa Blanca a proporcionar documentos como parte de su investigación sobre el proceso de juicio político.
Abuso de poder
Retomando sus acusaciones contra la familia Biden, Trump también bromeó el domingo sobre las posibilidades de que los demócratas lo saquen de la Casa Blanca. «ME ENCANTARÍA presentarme contra Joe Biden», lanzó el multimillonario en Twitter. Pero «Joe el dormido no va a llegar ni a la línea de partida (…) Joe debería rendirse».
Pasando a la contraofensiva, Biden le había enviado el sábado su respuesta más vigorosa hasta la fecha, acusándolo de «abuso de poder» en artículo de opinión del Washington Post. Y advirtiéndole: «Sepa que no desapareceré, no me destruirá y no destruirá a mi familia».