París, Francia
Aunque solo mide unos centímetros, un pez tropical que vive principalmente en América Central experimenta mal de amores cuando lo separan de su media naranja, según reveló este miércoles un estudio científico.
Un grupo de investigadores franceses estudió el comportamiento de este cíclido cebra, cuyo nombre científico es Amatitlania siquia.
Este pez, conocido por ser monógamo y fiel, se deprime cuando no está con su pareja y además las hembras, cuando son apareadas con un macho que no es el de su preferencia, tienen un comportamiento «pesimista», según el estudio.
Los científicos estiman que algunas especies de peces evolucionaron de manera a contar con parejas fieles, como una manera de proteger a sus descendientes extremadamente vulnerables frente a los depredadores.
Para medir la respuesta mental de un ejemplar a una separación, los investigadores de la Universidad de Borgoña en Francia entrenaron a las hembras a utilizar sus bocas para abrir dos cajitas, cada una de ellas ubicada en un extremo de sus acuarios.
La caja «positiva» contenía comida y la «negativa» estaba vacía. Las tapas eran o bien blancas o negras para que pudieran distinguirlas.
Los científicos colocaron luego una caja gris «ambigua» en el centro del acuario para ver cómo reaccionaban las hembras.
Observaron que las optimistas abrían en seguida la caja gris con la esperanza de hallar un festín mientras que las pesimistas dudaban e incluso ignoraban el objeto.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of Royal Society B, demostró que las hembras pasaban más tiempo tratando de abrir las cajas grises cuando sus parejas se hallaban en los acuarios con ellas.
En vista de los resultados, «podemos imaginar que el apego emocional es algo útil para la pareja y que presenta un interés evolutivo», estimó a la AFP François-Xavier Dechaume-Moncharmont, profesor en comportamiento animal de la Universidad de Borgoña.