Andrés Sepúlveda, un hacker colombiano dijo al semanario Bloomberg que realizó «campañas sucias» para favorecer a partidos conservadores aspirantes en las elecciones presidenciales de Latinoamérica, entre los que figura Guatemala.
Según el pirata informático, él se encargó de interceptar digitalmente los datos de seis personajes del ámbito de la política guatemalteca. Sepúlveda asegura que entregó dicha información al consultor político Juan José Rendón en memorias USB encriptadas que dejaba en puntos de entrega varios secretos de candidatos en nuestro país.
Sepúlveda que se encuentra preso dice que éste fue un trabajo pequeño para un cliente de Rendón ligado al derechista Partido de Avanzada Nacional (PAN). Esta agrupación fue fundada por Álvaro Arzú y Oscar Berger en el año 1990, pero en este señalamiento no se precisa la fecha en la que habría sucedido este hecho.
Bloomberg asegura que entrevistó al PAN y dicha agrupación política aseguró que nunca se contrató a Rendón y que no están al tanto de ninguna de las actividades que relata Sepúlveda.
Los equipos informáticos de Sepúlveda habrían trabajado en elecciones presidenciales de Nicaragua, Panamá, Honduras, El Salvador, Colombia, México, Costa Rica, Guatemala y Venezuela. Las campañas mencionadas en esta historia fueron contactadas por Bloomberg a través de ex y actuales voceros, pero ninguna salvo el PRI de México y el Partido de Avanzada Nacional de Guatemala quiso hacer declaraciones.
Juan José Rendón, un asesor político que reside en Miami y que ha asesora varias campañas de Latinoamérica, haber utilizado a Sepúlveda para cualquier acto ilegal. Además en declaraciones al Diario El País, negó la autenticidad de los correos que habrían intercambiado con el consultor político.
Rendón señala que los correos electrónicos son falsos. Un análisis llevado a cabo por una empresa de seguridad informática independiente demostró que un muestreo de los correos electrónicos que examinaron parecen ser auténticos.
La revista asegura que las descripciones de Sepúlveda sobre sus actividades concuerdan con relatos publicados de eventos durante varias campañas electorales, pero otros detalles no pudieron ser verificados de forma independiente. Agrega que una persona que trabajó en la campaña en México y que pidió mantener su nombre en reserva por temor a su seguridad, confirmó en gran parte la versión de Sepúlveda sobre su función y la de Rendón en dicha elección.
La carrera de Sepúlveda comenzó en 2005, y sus primeros fueron trabajos consistían en modificar sitios web de campañas y violar bases de datos de opositores con información sobre sus donantes. Con el pasar de los años reunió equipos que espiaban, robaban y difamaban en representación de campañas presidenciales dentro de Latinoamérica.
Sus servicios no eran baratos, pero el espectro era amplio pues cobraba US$12 mil al mes, un cliente contrataba a un equipo que podía hackear teléfonos inteligentes, falsificar y clonar sitios web y enviar correos electrónicos y mensajes de texto masivos. El paquete prémium tenía a un costo de US$20.000 mensuales, también incluía una amplia gama de intercepción digital, ataque, decodificación y defensa. Los trabajos eran cuidadosamente blanqueados a través de múltiples intermediarios y asesores. Sepúlveda señala que es posible que muchos de los candidatos que ayudó no estuvieran al tanto de su función. Sólo conoció a unos pocos. Con Información de Diario el País, Agencias Internacionales y Bloomberg