Dos cosmonautas rusos y un astronauta estadounidense despegaron el jueves rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), dejando tras de sí un planeta en plena lucha contra la mortífera pandemia del nuevo coronavirus.
El estadounidense Chris Cassidy de la NASA y los rusos Anatoli Ivanichin e Ivan Vagner de Roskosmos despegaron a las 08H05 GMT del cosmódromo ruso de Baikonur en Kazajistán. Ante ellos tienen un vuelo de seis horas.
«El Soyuz MS-16 fue puesto en órbita con éxito», indicó en Twitter la agencia espacial rusa Roskosmos.
Justo antes del despegue, la tripulación dijo que «se sentía bien», según la televisión de la NASA, la agencia espacial estadounidense, que retransmitió en directo el lanzamiento.
La misión de seis meses a bordo de la ISS se ha mantenido a pesar de la COVID-19 pero se han cancelado varios rituales para limitar el riesgo de propagación de la enfermedad.
Familiares y periodistas no estuvieron el miércoles en la tradicional rueda de prensa previa a la salida, que se celebró por videoconferencia, sin público.
«En vez de hablar a las cámaras, en este momento estaríamos hablando con la gente», comentó Cassidy, refiriéndose a las conversaciones que se entablan en estas ruedas de prensa, en otras circunstancias.
El astronauta de 50 años, que parte por tercera vez al espacio, reconoció que la tripulación estaba «afectada» por esta falta de contacto humano.
«Pero entendemos que el mundo entero también está afectado por la misma crisis», agregó.
Como en cada misión, los tres hombres y sus respectivos trajes espaciales fueron puestos en una cuarentena, que esta vez comenzó anticipadamente para evitar que contrajeran el virus antes del despegue.
El 12 de marzo, la tripulación fue confinada en el centro de entrenamiento de la Ciudad de las Estrellas, cerca de Moscú, y tuvo que saltarse la habitual visita a la tumba del primer hombre en el espacio, el legendario ruso Yuri Gagarin, al pie del Kremlin.
En ese momento, Moscú, que se ha convertido en el foco principal de la pandemia en Rusia, comenzaba a contabilizar los primeros casos de nuevo coronavirus.
El lanzamiento del jueves fue el primero a bordo de un cohete Soyuz-2.1a, ya que la agencia espacial rusa Roskosmos abandonó el año pasado los Soyuz-FG, más antiguos.
Este nuevo modelo, utilizado para lanzamientos no tripulados desde 2004, se basa en un sistema de controles digitales y no analógicos como los de los cohetes anteriores.
Los tres hombres encontrarán a bordo de la Estación Espacial al cosmonauta ruso Oleg Skripotchka y a los astronautas estadounidense Andrew Morgan y Jessica Meir, que regresarán a la Tierra el 17 de abril.
Consejos de confinamiento
La ISS suele acoger a seis personas a la vez y tiene un volumen de espacio habitable de 388 metros cúbicos, más que una casa de seis dormitorios, según la Nasa.
Estas condiciones pueden parecer envidiables para más de un tercio de los terrícolas, sometidos actualmente a estrictas medidas de confinamiento para controlar la propagación de la COVID-19.
Esto no impide que los residentes de la Estación Espacial Internacional tengan sentimientos de soledad o de deseos de estar en casa. En las últimas semanas, varios de ellos, algunos todavía a bordo de la ISS, han compartido sus consejos para un buen confinamiento.
En un artículo para el New York Times, Scott Kelly de la Nasa afirmó que lo que más echó de menos durante su misión de casi un año en el espacio había sido la naturaleza: «el verde, el olor a tierra fresca y la cálida sensación del sol en mi cara».
Recomienda que aquellos que puedan tomen aire y estimó que no tiene nada de malo pasar más tiempo frente a las pantallas durante el confinamiento.
Durante su tiempo a bordo de la ISS, entre 2015 y 2016, por ejemplo, el astronauta admitió haber visto dos veces la popular serie Juego de Tronos y películas por la noche con sus colegas.
El cosmonauta Serguéi Riazanski, quien realizó dos misiones espaciales, se ha convertido en el rostro de un desafío deportivo de 10 semanas apoyado por Roskosmos.
Los participantes deberán transmitir videos de sí mismos haciendo ejercicio físico en casa, como un astronauta en misión.