El Bayern Münich perdió en el Allianz Arena 1-2 y ahora está obligado a remontar en el partido de vuelta frente al Real Madrid en el Bernabéu, si quiere seguir soñando con la final de Kiev el 26 de mayo.
Las bajas de Robben y Boateng en el partido de ida no le han quitado el sueño a Jupp Heyncks, quien confía en la plantilla disponible –antes fueron bajas Neur Kingsley Coman y Vidal– y se niega a dejar morir el sueño de repetir nuevamente el triplete que antes alcanzó con el club, el más exitoso de Alemania.
Zinadine Zidane también debe improvisar para sustituir a Carvajal y quien lo sustituya debe contener los veloces e incisivos ataques de Ribery por la banda derecha. Hasta hoy, el técnico francés se ha reservado el nombre de su sustituyó, aunque debe estar entre Nacho y Lucas Vásquez, quien terminó el partido anterior jugando en esa posición.
La gran duda es el esquema que seguirá el Real Madrid para mantener vivas sus posibilidades de convertirse en el primer club que gana tres veces seguidas una copa desde que se creó el actual esquema de eliminatorias con grupos en la primera fase.
El Real Madrid pretende que el Bernabéu se convierta este martes en un infierno para los alemanes, pero aún tienen fresco en la memoria el sufrido partido contra la Juve (1-3), que estuvo a punto de lograr la remontada soñada tras el 0-3 del partido de ida.
«De los errores aprendemos» ha declarado el capitán y central madridista, Sergio Ramos, quien dice además que ganar la Champions es el equivalente de un doblete como el que ha tenido esta temporada su rival el Barcelona –campeón de Copa y de Liga–. pero para lograrlo, el Real debe salir primero del Bayern y después pensar en el otro finalista, que saldrá del Roma-Liverpool de mañana en la capital italiana.