Un camino difícil para Nikki Haley en las primarias republicanas, pero no del todo imposible

  • Haley dice que continuará en la lucha por la nominación de su partido y Trump arremete contra ella por su discurso tras el resultado de New Hampshire, donde obtuvo más del 40% de los votos.

Los aliados de la también exgobernadora de Carolina del Sur esperaban que una victoria en Nuevo Hampshire pudiera demostrar que el control de Donald Trump sobre la mayoría de la base republicana podía ser resquebrajado, sin embargo, analistas afirman que el dominio del expresidente sobre su partido continúa fuerte.

«Nikki Haley no tiene un camino claro hacia la presidencia (…) Trump controla a la mayoría de los miembros del Partido Republicano, pero casi la mitad de los votantes tanto en Iowa como en Nuevo Hampshire querían que alguien más fuera su candidato. Es sorprendente que un expresidente obtuviera la victoria con un apoyo tan escaso», indicó a la VOA Sean Westwood, profesor asociado del Dartmouth College, en Nuevo Hampshire.

Sin embargo, al reconocer la victoria de su oponente y antiguo jefe, Haley aseguró que se mantendría en la carrera, en la que permanece como única contrincante de Trump luego de las salidas del gobernador de la Florida, Ron DeSantis, el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie y el empresario Vivek Ramaswamy. «Nuestra lucha no ha terminado» aseguró la también única aspirante presidencial femenina en el campo republicano.

Un furioso Trump cuestionó a Haley por celebrar demasiado una derrota. «Este no es el típico discurso de victoria, pero no permitamos que alguien se lleve la victoria cuando tuvo una muy mala noche», dijo el exmandatario en un discurso cargado de ataques a su antigua aliada.

«Todo el mundo está centrado en la victoria de Trump con casi un 55 %, pero el 43 % de Haley parece bastante notable si se tiene en cuenta lo atrás que estaba hace apenas dos semanas y la eficacia con la que expulsó a los demás contendientes de la carrera», advirtió por su parte a la VOA la profesora emérita de Gobernanza en el Dartmouth College, Linda Fowler.

La experta en comportamiento político y jefa emérita de la Cátedra Frank J. Reagan de Estudios Políticos, insistió en que si las elecciones de New Hampshire – donde Haley realizó una extensiva campaña y dedicó críticas a Trump por su avanzada edad y su competencia mental- hubieran sido unas semanas más tarde, muy probablemente a la aspirante «le habría ido mejor».

«Aunque perdió ante Donald Trump en general, Nikki Haley obtuvo más del 40 % de los votos en Nuevo Hampshire y casi la mitad de los delegados disponibles. También ganó algunos de los delegados en Iowa. Podrían pasar muchas cosas desde ahora hasta la convención del Partido Republicano, donde quedará elegido el candidato presidencial, el próximo verano», coincidió el también profesor del Dartmouth College, Jason Barabas.

El director del Centro Rockefeller de Políticas Públicas y Ciencias Sociales de Dartmouth también recordó los 91 cargos que enfrenta Trump y los procesos en su contra que tratan de inhabilitarlo en las boletas de primarias en varios estados. «Nikki Haley podría ser la candidata más viable para el verano, dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos en los próximos meses. Trump todavía está en una posición fuerte, pero podrían pasar muchas cosas».

«Existe una posibilidad, pero es mínima», opinó por su parte a la VOA, el profesor de Ciencias Políticas de la George Washington University, Todd Belt, quien agregó que Haley tiene que convencer a los votantes de que puede ganar en su estado natal de Carolina del Sur y luego afrontar el llamado Súper Martes de primarias «con impulso».

Batalla incierta en casa

El director del programa de Gestión Política de la GWU, en Washington DC, reconoce que a pesar de que la batalla no está del todo perdida para la exgobernadora, «aún así, está 30 puntos detrás de Trump, por lo que eso requeriría un cambio tremendo» en las tendencias.

«Es popular en Carolina del Sur, pero no tanto como Trump. Además, muchos políticos de alto perfil de Carolina del Sur han respaldado a Trump, lo que dificulta aún más la tarea», dijo Belt a la VOA en referencia a apoyos como el del senador por Carolina del Sur, Tim Scott, exaspirante republicano a la Casa Blanca.

La carrera «está lejos de terminar», aseguró Haley al despedirse de Nuevo Hampshire. «Quedan docenas de estados por recorrer, y el siguiente es mi dulce estado de Carolina del Sur», aseguró la exgobernadora, que se apresta para las próximas primarias republicana, el 24 de febrero. A la aspirante, sin embargo, le será difícil ser profeta en su tierra.

«La buena noticia para Haley en su estado natal es que algunas encuestas la muestran dentro de los 25 puntos; como buenas noticias, eso no es muy bueno.
Los dos senadores republicanos de Carolina del Sur, el gobernador republicano del estado e incluso el propio representante de Haley en la Cámara de Representantes han respaldado a Trump. Es difícil ver cómo no podría ser derrotada en casa», opinó el profesor Loge.

El analista indicó que el estado de Nevada también celebrará sus caucus o asambleas electorales partidistas, en las que Haley no participa. Este evento puede que no tenga mucha relevancia a nivel nacional, pero importa para los votantes de ese territorio, que casi seguramente le darán una gran victoria a Trump.

«Haley terminó en un distante tercer lugar en Iowa, perdió por más de 10 puntos en Nuevo Hampshire, no compite en Nevada y está por detrás por al menos 25 puntos en su estado natal. Todo es posible en política, pero algunos resultados son más probables que otros», afirmó Loge, quien vaticina que es muy probable que la aspirante «pase los próximos cuatro años en el sector privado, posiblemente preparándose para postularse nuevamente en 2028».

No obstante, para Linda Fowler, no tiene sentido que Haley ponga fin a su candidatura, «si está recién comenzando» la carrera por la Casa Blanca. » Haley tiene mucho dinero para seguir adelante y demostró ser experta en Carolina del Sur al derrotar al establishment allí cuando se postuló para gobernadora», dijo.

«No es inusual que los candidatos a la presidencia continúen después de que está claro que no tienen un camino hacia la nominación porque tienen un mensaje que quieren transmitir: por ejemplo, Hillary Clinton en 2008 y Bernie Sanders en 2016. (…) En el caso de Haley, siempre existe la posibilidad de que los problemas legales y la incoherencia de Trump empeoren. (…) Si Haley tiene un número significativo de delegados y continúa atrayendo a los moderados, podría influir en el resultado», concluyó.

Una revancha divisiva y la lucha por el voto independiente

Aunque no estaba oficialmente en la boleta, el presidente Joe Biden ganó las primarias demócratas no oficiales en Nuevo Hampshire gracias a una campaña para añadirlo a la hora de votar.

Biden y el Comité Nacional Demócrata decidieron romper con la tradición y favorecer a Carolina del Sur como su primera primaria oficial, el próximo 3 de febrero, debido a que este estado sureño es más diverso y representativo en comparación con el territorio noreste, que ha liderado las votaciones cada cuatro años desde hace más de un siglo.

Este resultado cimenta el liderazgo del incumbente Biden y lo ponen en el camino casi seguro a una revancha con su contrincante en las presidenciales de 2020. «Dado que la mitad de los republicanos siguen pensando (erróneamente) que Trump ganó en 2020, efectivamente tenemos una revancha entre dos incumbentes», enfatizó Fowler.

«Estamos a punto de presenciar una batalla caótica y enormemente costosa por los votantes independientes. Actualmente, la carrera está tan reñida que es imposible predecir si veremos otro mandato de Trump o Biden, pero lo que sabemos con certeza es que los próximos 10 meses dividirán al país», destacó el profesor Sean Westwood, director del Laboratorio de Investigación sobre Polarización.

A pesar de este resultado probable, votantes de ambos partidos han expresado su descontento ante esta revancha, en su mayoría porque preferirían ver caras nuevas en el liderazgo. «Trump no puede volverse más popular, sólo menos. Biden también es impopular», pero su techo en el favor público es mayor que el del expresidente, opinó Loge. «Trump sólo puede bajar, Biden puede subir», pronosticó.

Tanto Fowler como Barabas advirtieron sobre la posibilidad de la entrada al ruedo de un aspirante de un tercer partido. En este momento, fuera del campo bipartidista, resalta el demócrata convertido en independiente Robert F. Kennedy Jr, quien aunque todavía no ha demostrado ser una amenaza real, podría quitar respaldos a uno y otro bando.

Lo cierto es que la campaña de Joe Biden, sin contendientes reales dentro de su propio partido, ya está a plena capacidad en su lucha por reunir todos los apoyos que pueda frente a Trump, quien tiene «un grupo de seguidores comprometidos, pero ningún plan para llegar a los votantes centristas que decidirán las elecciones de noviembre», insistió Linda Fowler.

El equipo de Biden «ha mirado las encuestas y realmente han cambiado de rumbo. Incluso han pedido consejo a Barack Obama», afirmó por su parte Todd Belt.

«En lugar de hacer de las elecciones un referéndum sobre sus éxitos (de la administración Biden), harán que esta sea una elección entre el regreso a la normalidad de los EEUU de Biden y el caos de los EEUU de Trump», enfatizó el experto.

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