Dos perros y un gato protagonizan una cómica escena que bien parece estar inspirada en una escena cotidiana en una familia con muchos hermanos.
El pasado 26 de octubre, Louie, un cachorro de cuatro meses, estaba tratando de entrar en el baño de su casa en Nueva York, cuando Marvin, el gato de siete años, se lo impidió propinándole un arañazo.
Las imágenes captaron el momento en que Louie recibe el arañazo y grita de dolor antes de irse por la puerta.
«¿Era necesario usar las garras, Marvin?», pregunta al gato la persona que graba.
Segundos más tarde, Louie aparece por la puerta acompañado de Leela, de un año, un perro mucho más grande que hizo saltar del susto a Marvin hasta el lavamanos.
Después de ver su reacción, Louie empieza a mover la cola al sentirse feliz de poder estar a salvo en la estancia.
«Ah, ¿sí? Con que vienen los refuerzos y tú corres, ¿eh?», se escucha decir a una mujer en video entre risas por la cómica situación.