- En el vecino México se alzan voces haciendo ver los efectos ambientales que ha provocado el Tren Maya… ¿Vendrá a Guatemala? ¿Cómo?
El proyecto del Tren Maya se comenzó a construir con López Obrador. El expresidente y su sucesora, Claudia Sheinbaum, aseguran que impulsa el desarrollo en el sureste de México, pero hay muchas dudas sobre este gigantesco proyecto, que se propone para crear una red ferroviaria en Guatemala y Belice.
En diciembre de 2023, el Tren Maya empezó a rodar en la península mexicana de Yucatán. Como una serpiente eléctrica, se desliza por la selva, recorriendo una red ferroviaria de más de 1.500 kilómetros.
El Tren Maya es un éxito en México, ha transportado a más de millón y medio de personas, aseguró Sheinbaum, en agosto pasado durante una rueda de prensa junto con su homólogo guatemalteco, Bernardo Arévalo.
¿Integración regional?: Probablemente, el anuncio más interesante de ese encuentro bilateral fue la intención de ampliar la red del Tren Maya a Guatemala y Belice, para fomentar la integración regional.
Sin embargo, el proyecto genera fuerte resistencia en México por parte de comunidades afectadas, defensores del medio ambiente y observadores políticos.
DW-Noticias (agencia alemana de noticias) pidió a expertos evaluar el balance de la megaobra de infraestructura.
No es rentable: Desde nuestra perspectiva de finanzas públicas, ha sido una empresa que no es rentable, los mexicanos tenemos que subsidiarla, y no parece que eso vaya a cambiar en el futuro, observa Jorge Cano, Coordinador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas del centro de análisis México Evalúa.
El gasto de funcionamiento del Tren Maya, en 2024, fue de 2 mil 629 millones de pesos mexicanos, mientras que solo obtuvo cerca de 276 millones de pesos de ingresos.
Desastre ecológico: El Tren Maya ha sido un desastre ecológico, sentencia, por su parte, el Dr. Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por un lado, el experto en restauración ecológica destaca el impacto local a partir de la construcción de la obra, que habría fragmentado la selva y destruido cenotes. Es un impacto innegable, muy tangible, que va a seguir, dice.
El Gobierno de México ha aprobado la devastación de más de 100 hectáreas de vegetación forestal para la construcción de una de las principales estaciones de carga del Tren Maya.
No cualquier infraestructura es igual a desarrollo: ¿Qué queremos resolver con esta infraestructura?, se pregunta el biólogo de la UNAM. Creo que llevamos mucho tiempo equivocados. Estamos pensando que cualquier tipo de infraestructura es igual a desarrollo, concluye.
