Hasta una quinta parte de los empleados en el Reino Unido podría ausentarse temporalmente de su trabajo debido al coronavirus cuando el brote alcance su punto máximo, previó el martes el gobierno de Boris Johnson al esbozar su plan de acción.
El Reino Unido tenía el martes por la mañana 51 casos confirmados de nuevo coronavirus -frente a 39 la víspera-, afirmó ante el Parlamento el ministro de Salud, Matt Hancock.
Es «muy probable» que la cifra aumente considerablemente, advirtió Johnson en rueda de prensa junto a sus principales asesores médicos y científicos.
Más de 90,000 personas han sido infectadas por el nuevo coronavirus en todo el mundo, de las cuales más de 3,100 fallecieron.
En este contexto, el primer ministro quiso tranquilizar a la población: «para la gran mayoría de personas que contraigan el virus, será una enfermedad leve de la que se recuperarán rápida y completamente», dijo.
Por el momento, las autoridades británicas no han tomado medidas más allá de llamar a la población a incrementar su higiene, lavándose a menudo y extensivamente las manos. Se encuentran en la primera de tres fases de acción, destinadas a contener, retrasar y mitigar la epidemia.
En la siguiente fase, que buscará retrasar la propagación hasta finalizado el periodo invernal en que los servicios médicos británicos están ya muy solicitados, el ejecutivo pediría a la gente que trabaje desde casa, reduciría grandes concentraciones como los partidos de fútbol y podría cerrar escuelas.
En la tercera fase, los hospitales pospondrán los actos no urgentes y se llamará al trabajo al personal médico jubilado para reemplazar la pérdida de mano de obra debido a la enfermedad.
«Es posible que hasta una quinta parte de los empleados pueda estar ausente del trabajo durante las semanas pico» en el conjunto de sectores de actividad, prevé el plan.
Estas medidas se aplicarán únicamente cuando los expertos estimen que ha llegado el momento oportuno y que los beneficios superan los costos.
De momento «debemos seguir con nuestro trabajo como de costumbre», dijo Johnson, quien afirmó seguir estrechándole la mano a todo el mundo.
Los expertos médicos subrayaron que el riesgo más alto es para los ancianos y las personas con problemas previos de salud y que los niños parecen estar menos afectados que otros grupos.