- Los recientes ataques de Rusia han tenido como blanco la infraestructura civil de las ciudades ucranianas y han dejado a muchas de ellas sin agua ni electricidad.
Las autoridades ucranianas están trabajando para restaurar la electricidad y el servicio de agua en algunas ciudades, entre ellas Kiev, un día después de que Rusia lanzó más ataques aéreos contra la infraestructura civil.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que alrededor de un 70 por ciento de la capital seguía sin electricidad este jueves.
«Los ingenieros y especialistas trabajaron toda la noche” para restaurar los servicios de agua y electricidad, escribió en Telegram.
El ministro de relaciones exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, denunció en Twitter que Rusia “está librando el tipo de guerra más bárbara y cobarde contra civiles desarmados”.
Anteriormente, el presidente Volodymyr Zelensky, apareció por video ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidad y dijo que misiles rusos habían impactado hospitales, escuelas, transporte y áreas residenciales, y que Ucrania esperaba “una reacción muy firme” de todo el mundo.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzya, rechazó lo que llamó “amenazas y ultimátum imprudentes” de Ucrania y sus partidarios occidentales.
Los ataques de Rusia el miércoles cortaron la electricidad en múltiples ciudades ucranianas, entre ellas Kiev, donde las autoridades dijeron que murieron tres personas.
En Leópolis, cerca de la frontera con Polonia, el alcalde dijo que toda la ciudad estaba sin electricidad.
La planta nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, de nuevo perdió el acceso a la electricidad externa y tuvo que recurrir a sus generadores diésel para enriar el reactor y otras funciones esenciales de seguridad nuclear, dijo la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
El director de la IAEA, Rafael Mariano Grossi, a menudo ha llamado, sin éxito, a suspender los combates en las cercanías de la planta para evitar un posible desastre nuclear.
Mientras tanto, Estados Unidos anunció que está enviando otro paquete de municiones y generadores a Kiev, valorado en 400 millones de dólares, lo que aumentó la ayuda de Washington a Ucrania a más de 19.000 millones de dólares.