Twitter se enfrentó el lunes a las críticas del gobierno británico y a llamados al boicot después de que un conocido rapero publicara en la red social mensajes considerados antisemitas, que después fueron suprimidos.
«El mensaje está claro: Twitter debe hacerlo mejor en este aspecto», declaró el portavoz del primer ministro Boris Johnson, y añadió que el dirigente conservador compartía la opinión de la ministra del Interior sobre el carácter «odioso» de los mensajes publicados en esta red social y en Instagram.
Pionero del grime
El rapero Wiley, considerado como uno de los pioneros del grime, género de música electrónica, ha sido prohibido en Twitter e Instagram durante siete días tras una serie de comentarios, que fueron después suprimidos.
La policía abrió una investigación.
La ministra del Interior, Priti Patel, escribió a los gigantes de las redes sociales para saber por qué estos mensajes permanecieron visibles más de 12 horas.
El gran rabino del Reino Unido, Ephraim Mirvis, envió igualmente una carta al dirigente de Twitter, Jack Dorsey, y al fundador y director general de Facebook (propietario de Instagram), Marck Zuckerberg.
«Su inacción es sinónimo de complicidad», les escribió.
Mirvis participó en un boicot de 48 horas, lanzado el lunes, contra las redes sociales, al que se unieron personalidades como la cantante Sophie Ellis-Bextor o Lisa Nandy, encargada de relaciones extranjeras en el Partido Laborista.
La formación dijo en su cuenta de Twitter que apoyaba a los participantes en el boicot, pero que no participaba, pues como partido de la oposición encargado de pedir cuentas al gobierno «no puede permitirse estar ausente de las redes sociales».
El primer ministro tampoco tiene intención de participar en este boicot debido a la necesidad de comunicar «mensajes importantes de salud pública», indicó su portavoz.