Mi hijo,mi hijo, se murió mi hijo, llora amargamente María Dolores, la madre de una de las 29 víctimas mortalres que cobró este martes la cadena de explosiones que afectó el mercado de San Pablito, en Tultepec, estado de México, conocido por su alta capacidad para producir juegos pirotécnicos, pero también por ser un lugar de alto riesgo.
Este miércoles, el lugar luce desolado. En donde antes había unos 300 establecimientos que se dedicaban a la pirotécnica, hay solamente escombros y puede verse a familiares de víctimas deambulando bajo la estrecha mirada de socorristas y fuerzas de seguridad, que han acordonado la zona.
Los accidentes por explosión de cohetes son relativamente frecuentes en la cuna mexicana de la pirotecnia. En marzo de este año, tres personas murieron y otras diez resultaron heridas en una detonación en un almacén de petardos en Tultepec.
Un recuento de la movilización que se dio ayer para atender la tragedia da cuenta de que por lo menos se movilizaron 120 ambulancias de los cuerpos de socorro, las que trasladaron a los 79 heridos a los diferentes centros hospitalarios cercanos a la zona del desastre. También se utilizaron seis helicópteros para trasladar a los heridos con las quemaduras más graves. Tres niños que están en estado delicado de salud, serán trasladados hoy a un centro especializado en Texas, Estados Unidos.
Desde ayer se movilizaron a más de 300 agentes de seguridad, entre policías y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, los cuales permanecen hoy en el mercado para asegurar que no se produzcan disturbios, ni se contamine más la escena de lo ocurrido para que la fiscalía correspondiente realice las primeras gestiones de investigación.
Desde San Pablito se distribuían para todo México unas 100 toneladas de juegos pirotécnicos.