En esta penúltima semana antes de las elecciones del próximo 8 de noviembre, se avecina una auténtica avalancha de propaganda política en Florida, un estado indeciso que otorga varios votos electorales para elegir al próximo presidente de Estados Unidos.
No cabe duda, ambos candidatos lucharán por este estado pendular y lo han tomado tan en serio que para esta semana han programado varias reuniones con sus posibles votantes. Trump prevé por lo menos cuatro visitas más, mientras que Clinton atravesará toda Florida en compañía de figuras latinas destacadas.
La candidata demócrata se ha distanciado del candidato republicano, según las encuestas de varios medios de comunicación. Si las predicciones se cumplen es probable que este estado no sea necesario para Clinton, incluso podría darse el lujo de perder, sin embargo, a pesar del optimismo del partido azul no se ven confiados y por el contrario quieren asegurar los 29 votos electorales que están en pelea en Florida.
Trump, por su parte, se ha visto acorralado, sin el respaldo público de sus partidarios republicanos, pero sí de sus más fieles seguidores que avivan todos los dichos por el magnate inmobiliario salpicado por varios señalamientos de la prensa y sus adversarios. Contra todos los pronósticos el neoyorquino busca sembrar dudas sobre la legitimidad de las elecciones y desacredita todos los cuestionamientos que se le han realizado.
Florida es uno de varios estados que permite el voto anticipado, pero más que eso los demócratas quieren asegurar la victoria pese a que las encuestas los coloquen como favoritos. Clinton abrió al menos 70 oficinas el estado y Trump tiene 30, ambos pelean entre sí con propaganda negativa para desacreditarse entre sí. Los del partido rojo concentran su estrategia en cada mitin mientras que los azules llaman a los afiliados después de cada concentración política.
Ambos partidos concentran su estrategia en los llamados swing states o estados pendulares. Tanto Arizona, Ohio, Nevada, Pensilvania y Texas han sido priorizado por los candidatos en las últimas semanas. Trump sin el apoyo de sus líderes como Paul Ryan, John McCain o los Bush, ha preferido hacer campaña con su número vicepresidenciable, el congresista Mike Pence. Hillary tiene a todo su partido a favor quienes han hecho campaña por ella, desde los esposos Obama, su esposo Bill Clinton, su hija Chelsea, su antiguo rival Bernie Sanders y su número dos Tim Kaine.
La batalla por la Casa Blanca está reñida, sin embargo, el promedio de encuestas da como virtual ganadora a la exsecretaria de Estado, Hilary Clinton con más de seis puntos de diferencia en la intención de voto sobre el empresario Donald Trump. Si los republicanos quieren remontar la desventaja tienen que ganar en Arizona, Carolina del Norte, Florida y Pensilvania que por ahora es territorio azul. Si hoy fueran las elecciones los demócratas permanecerían en el poder por cuatro años más.