Washington, Estados Unidos | AFP |
En sus tres primeras semanas en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump se ha convertido en un torbellino por sus polémicos decretos y sus primeros reveses, entre ellos la suspensión del decreto antimigratorio y la dimisión de su consejero de Seguridad Nacional.
– Decreto migratorio: escándalo y caos –
Trump firmó el 27 de enero su decreto para proteger a Estados Unidos de la supuesta entrada de terroristas extranjeros, que vetaba de forma temporal la llegada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y refugiados.
La medida sembró el caos en los aeropuertos e indignó a la comunidad internacional.
Miles de personas salieron a las calles a protestar y las principales compañías estadounidenses, que contratan a un gran número de extranjeros, la rechazaron de forma unilateral.
Asociaciones de defensa de los derechos civiles lograron el 28 de enero que un juez federal de Nueva York impidiera expulsar a personas afectadas por el decreto.
Pero el gran golpe llegó el 3 de febrero, cuando un juez federal de Seattle (Washington, noroeste) bloqueó temporalmente la aplicación del decreto en todo el territorio estadounidense.
Su decisión fue confirmada por la corte de apelaciones de San Francisco.
– El muro con México –
Trump promulgó el 25 de enero un decreto que daba inicio al proyecto de construir un muro fronterizo con México para frenar la inmigración ilegal, una de sus mayores promesas electorales.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto anuló su visita a Washington del 31 de enero en señal de protesta porque el mandatario estadounidense insistía en que México debe pagar las obras.
– Rusia y la caída de Flynn –
El consejero de Seguridad Nacional de Trump, el general retirado Michael Flynn, presentó el 13 de febrero su renuncia después de que saliera a la luz el contenido de sus conversaciones con miembros del gobierno ruso durante las últimas semanas del mandato de Barack Obama.
«Es un asunto interno de Estados Unidos (…) No es asunto nuestro», aseguró este martes el portavoz del Kremlin.
– Tensión con Irán –
Trump amenazó a Irán el 2 de febrero por Twitter por lanzar un misil y volvió a criticar el «desastroso» acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní.
Al día siguiente, el Departamento del Tesoro estadounidense tomó represalias contra 25 personas y entidades sospechosas de haber ayudado logística o materialmente el programa balístico de Teherán.
El presidente iraní, Hassan Rohani, aseguró el 10 de febrero que su pueblo se encargará de que Trump lamente sus amenazas.
– Una sola China –
El presidente estadounidense garantizó a su homólogo chino Xi Jinping el 9 de febrero que respetará el «principio de una sola China», que excluye cualquier contacto diplomático entre terceros países y Taiwán, aunque dos meses antes Trump había hablado por teléfono con la presidenta de la isla.
– El despedazamiento de Obamacare –
El mismo día que llegó a la Casa Blanca, el viernes 20 de enero, Trump firmó un decreto ordenando a su gobierno retirar el mayor número de competencias a Obamacare, la reforma sanitaria que puso en marcha Obama.
– El aborto, bajo la sombra de la amenaza –
Trump promulgó el 23 de enero un decreto que prohíbe financiar ONG internacionales que llevan a cabo abortos o luchan por lograr que sea legal.
El temor de las organizaciones civiles se redobló cuando el mandatario nombró nuevo juez de la Corte Suprema a Neil Gorsuch, un magistrado contrario al aborto.
– Colusión de intereses –
El presidente atacó el 8 de febrero en Twitter a la compañía Nordstrom por haber renunciado a seguir vendiendo por internet ropa de la firma de su hija Ivanka. Esta salida de tono reforzó los temores de que Trump puede traspasar las fronteras entre política, intereses comerciales y vínculos familiares.
En los hechos, el mandatario no ha cortado totalmente los lazos con su imperio inmobiliario, tal y como prometió, transfiriendo la gestión de sus negocios a sus dos hijos mayores.
La Trump Organization inaugurará un campo de golf en Dubai el 18 de febrero, su primera gran operación desde la investidura del nuevo presidente.
– Tensa relación con los medios –
Trump afirmó que no le gustaba tuitear, pero que lo hacía porque se enfrentaba a «medios que no son honestos». «Es la única manera que tengo para contraatacarlos», dijo a la cadena Fox News la víspera de su investidura.
El 21 de enero, un día después de instalarse en la Casa Blanca, atacó de nuevo a la prensa por supuestamente mentir sobre el número de personas que acudieron a su toma de posesión.
Los periodistas están «entre los seres humanos más deshonestos de la Tierra», señaló.
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