Washington, Estados Unidos
El presidente estadounidense, Donald Trump, reveló involuntariamente este martes que el acuerdo migratorio que alcanzó con México para evitar la imposición de aranceles otorga discrecionalidad a Washington para determinar, pasados 45 días, si las esfuerzos mexicanos para frenar la migración han sido exitosos.
Al ser interrogado por periodistas en la Casa Blanca, el mandatario bromeó sobre el acuerdo sacando un pedazo de papel de su chaqueta y diciendo que era el documento firmado con México.
Fotografías del documento revelaron que México parece haberse comprometido a tomar medidas más fuertes si Washington no queda satisfecho con los resultados de los primeros pasos prometidos: un despliegue de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera sur y expandir su política de devolver a los migrantes centroamericanos mientras Estados Unidos procesa sus peticiones de asilo.
Si, pasados 45 días, el gobierno de Estados Unidos «determina a su discreción» que los resultados no son suficientes, señala el texto, «el Gobierno de México tomará todos los pasos necesarios bajo sus leyes para hacer cumplir el acuerdo».
No quedaba claro qué medidas específicas tendría que tomar el gobierno mexicano.
«¡La mayor parte del acuerdo con México no ha sido revelada!», había dicho más temprano Trump en Twitter, después de que el lunes las autoridades mexicanas avanzaran detalles del pacto conjunto, del cual sólo se conocen sus líneas generales.
Canciller mexicano evita dar detalles
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, evadió responder a periodistas sobre esta revelación durante una conferencia de prensa en Ciudad de México en la que presentó un informe detallado sobre las negociaciones que lideró en Washington y que entregará al Senado.
«Aquí está todo, absolutamente, lo que hay, todo. No hay nada más que no esté en este informe», dijo el canciller, quien defendió nuevamente el entendimiento alcanzado.
Ebrard había dicho el lunes que en su reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, sus interlocutores insistieron en el sistema del tercer país seguro o primer país de asilo y que México propuso dar un plazo para ver si el despliegue de su Guardia Nacional en frontera sur disminuía la migración irregular.
«En lugar de aceptar un acuerdo de ‘tercer país seguro’, propuesto por Estados Unidos, o el inicio de una guerra comercial, logramos un periodo de 45 días para demostrar la eficacia de las medidas que se adoptarían», dijo el canciller.
Un acuerdo de tercer país seguro -que México ha rechazado hasta ahora- significaría que migrantes que lleguen a territorio mexicano tendrían que pedir asilo en ese país y no en Estados Unidos.
El esquema de primer país de asilo implicaría que los migrantes soliciten asilo en el primer país extranjero al que lleguen, en este caso Guatemala, adonde arriba la mayoría de hondureños y salvadoreños que viajan hacia el norte.
Ebrard aseguró que los 45 días también permitirán que la diplomacia mexicana se prepare «lo mejor posible» para afrontar una nueva negociación en caso de que fracasen las medidas para aminorar la migración ilegal.
El diplomático se excusó de dar detalles sobre cuáles serían las propuestas de México en dicho escenario pues no sería «prudente». «Permítame no revelar estrategia mexicana», respondió a periodistas.
El viernes ambos gobiernos lograron un acuerdo para evitar que Washington impusiera aranceles a todos los bienes de importación mexicanos, si México se comprometía a aumentar la seguridad en su frontera sur.
«Esta es una página de un acuerdo muy largo y muy bueno entre México y Estados Unidos. Sin los aranceles no tendríamos nada», afirmó Trump al mostrar el papel.
Críticos del mandatario estadounidense han señalado que el acuerdo repite concesiones que México ya había hecho previamente.
Pero Trump insistió en el éxito de sus tácticas.
«Durante mucho tiempo, muchos años, se intentó hacer lo que nosotros logramos en días. Ahora mismo están movilizando 6.000 soldados a la frontera sur. ¿Ustedes creen que tenían eso hace dos semanas? Les voy a decir lo que había hace dos semanas, no teníamos nada», dijo.