El presidente estadounidense, Donald Trump, registró su marca en Cuba en 2008 para construir hoteles, casinos y campos de golf, reportó el martes la prensa local de Miami identificando documentos disponibles en línea de una oficina estatal cubana.
- El presidente, quien basa su campaña electoral en Florida en un duro discurso antisocialista
- registró la marca «Trump» en Cuba para decenas de negocios y servicios vinculados al mercado inmobiliario
- hotelería, restaurantes y eventos deportivos y de belleza, halló el diario Miami Herald.
Una búsqueda en la página web de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial muestra, bajo la pestaña de «Marcas», la solicitud de registro a nombre de Donald J.
Trump bajo la dirección en Nueva York de la Organización Trump.
La solicitud fue introducida en 2008 y aprobada en 2010. Expiró en 2018, dos años después de que Trump ganara la presidencia.
No violó en embargo
- Según el Herald, el magnate inmobiliario no violó el embargo que Washington impone a La Habana
- pero en 1999 había asegurado en un discurso ante la Fundación Nacional Cubanoamericana que no haría negocios con Cuba mientras gobernara el castrismo.
Hablando de negocios que le habían ofrecido en la isla comunista, aseguró entonces: «Los rechacé argumentando que iré cuando Cuba sea libre».
- «Invertir dinero en Cuba no va al pueblo de Cuba. Va a los bolsillos de Fidel Castro», añadió, refiriéndose al fallecido líder cubano.
El anterior presidente, Barack Obama, había iniciado un acercamiento comercial y diplomático con Cuba que culminó con una visita en 2016 a la isla, algo que fue interpretado como una traición por los cubanos anticastristas de Florida.
- Desde que asumió la presidencia, Trump endureció la postura de Washington contra la isla
- algo que le ganó el apoyo incondicional de la comunidad cubanoamericana, un importante grupo electoral que puede definir el voto en Florida.
La reacción de Biden
En respuesta al reporte del Herald, el candidato a la vicepresidencia, el demócrata Joe Biden, declaró en un comunicado que «está claro que al presidente Trump no le importa la libertad del pueblo cubano, sólo tiene interés en sí mismo, incluso si esto implica hacer negocios con los Castro».
La noción de que una victoria de Biden conduciría al país por un camino socialista es uno de los principales argumentos de la campaña de Trump para atraer el voto de los hispanos de Florida.