El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó el lunes públicamente a Conan, el perro que se convirtió en un héroe por su papel en la redada que condujo a la muerte del líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi.
«El perro es increíble», dijo Trump en una breve ceremonia, mientras el pastor belga se sentaba a su lado junto a un adiestrador. Estuvieron presentes también la primera dama Melania Trump y el vicepresidente Mike Pence.
«Tan brillante, tan inteligente. Conan hizo un trabajo fantástico», añadió Trump.
En la redada del mes pasado, Conan persiguió a Bagdadi por un túnel sin salida en su escondite sirio, donde el acorralado líder del EI detonó un chaleco suicida, matándose a sí mismo y a dos niños, según el informe de Estados Unidos.
Conan resultó herido por los cables eléctricos expuestos en la detonación, pero parece haberse recuperado por completo.
«Conan resultó muy mal herido, como saben. Pensaron que tal vez no se iba a recuperar. En realidad se recuperó muy rápidamente y desde entonces ha realizado redadas muy importantes», dijo Trump.
La identidad del perro había sido un secreto muy bien guardado hasta que fue desclasificado por Trump, quien retuiteó una foto del perro después de la redada en la guarida de Bagdadi.
Los detalles sobre la vida de Conan, sus logros y antecedentes familiares son escasos, aunque ciertamente su raza ya ha logrado grandes hazañas en el pasado: el comando de élite de la Marina, los «Navy Seals», utilizaron un Malinois belga en la redada de 2011 en Pakistán que mató al lìder de Al Qaida, Osama Bin Laden.
El general Kenneth F. McKenzie Jr., jefe del Comando Central de Estados Unidos, ha dicho que Conan fue un «miembro critico de nuestras fuerzas» y mencionó su impresionante historial de 50 misiones de combate en cuatro años de servicio.