Los abogados de Donald Trump iniciaron este sábado sus argumentos de defensa en el juicio político contra el mandatario estadounidense en el Senado, donde el oficialismo republicano tiene mayoría, después de tres días de meticulosas acusaciones planteadas por los demócratas.
«Verán que el presidente no ha hecho absolutamente nada malo», dijo Pat Cipollone, abogado de la Casa Blanca ante los 100 miembros del Senado, que deberá decidir si destituye al 45 presidente de Estados Unidos.
Cipollone fue el primero en hacer uso de la palabra en una breve sesión legislativa organizada un fin de semana y a unos 300 días de la elección presidencial de noviembre, a la que Trump se postula a la reelección.
El alegato de la defensa se retomará el lunes.
El letrado afirmó que los cargos contra el mandatario de abuso de poder y obstrucción al Congreso presentados por acusadores demócratas de la Cámara de Representantes -donde la oposición ostenta mayoría- carecen de justificación.
«Nada malo»
La parte acusadora concluyó la noche del viernes la presentación de sus argumentos con un pedido de destitución contra el mandatario debido a sus presiones a Ucrania para obtener un rédito político personal.
«No creemos que hayan estado cerca de cumplir con su objetivo para lo que les piden que hagan. De hecho, creemos que cuando escuchen los hechos… encontrarán que el presidente no hizo absolutamente nada malo», insistió Cipollone ante los senadores.
Trump fue acusado de abuso de poder tras reclamar a su par ucraniano una investigación contra el exvicepresidente demócrata Joe Biden, su potencial oponente en los comicios de noviembre, so pena de congelar una ayuda militar crucial para un país en conflicto con separatistas apoyados por Rusia.
El inquilino de la Casa Blanca usó el poder de su investidura para obligar a Kiev a «ensuciar» a Biden y «hacer trampa en las elecciones», dijo Adam Schiff, legislador demócrata a cargo de la acusación contra el mandatario.
«Desenmascarado» tras la denuncia de un funcionario sobre sus intercambios con el presidente ucraniano, Trump «trabajó duro para encubrir el caso» y bloquear la investigación del Congreso, señaló por su lado el legislador demócrata Hakeem Jeffries.
La exposición metódica de los hechos, que incluyó extractos de video y referencias históricas, dibujó un retrato poco halagador del impetuoso presidente republicano.
Sin embargo, el senador republicano Rick Scott dijo a la prensa el viernes tras la exposición demócrata: «no creo que nada de lo dicho hasta el momento merezca una destitución».
Romper las papeletas
El abogado de la Casa Blanca acusó a los demócratas de pedir al Senado que «anule los resultados de las últimas elecciones» presidenciales de 2016, que dieron el triunfo a Trump.
«Lo piden (la destitución) sin ninguna prueba… Les están pidiendo que rompan todas las papeletas depositadas en este país por iniciativa propia… Quitarle esa decisión al pueblo estadounidense», argumentó.
«Están aquí para perpetrar la mayor interferencia de una elección en la historia», insistió.
«No podemos aceptar esto», agregó, y prometió llevar a cabo la segunda parte de este juicio histórico «de manera eficiente y rápida» para que todos los estadounidenses puedan acudir a la instancia electoral del 3 de noviembre.
Los abogados de Trump tendrán 24 horas repartidas en tres días para presentar su defensa. Los demócratas buscan quebrar la sólida unidad de la bancada republicana en el Senado, que con su mayoría de 53 a 47 probablemente absuelva al presidente.
Para destituir al presidente, se requiere una mayoría de dos tercios, 67 votos.
Según una encuesta de The Washington Post-ABC News, el 47% de los estadounidenses cree que Trump debería verse obligado a abandonar la Casa Blanca, frente al 49% que opina lo contrario. Casi dos tercios de los encuestados desean escuchar a otros testigos del asunto.
Trump es el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser sometido a un proceso de destitución, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1999.