Washington, Estados Unidos | Agencias y medios
Al mejor estilo de presidentes sudamericanos como Hugo Chávez, Rafael Correa y Néstor Kirchner, Donald Trump ha excluido este viernes a varios de los medios de comunicación más importantes de su país, por el simple hecho de ser criticos ante sus declaraciones o su gestión administrativa, limitando así el derecho a informar y ser informado en Estados Unidos.
El diario The New York Times, la cadena de televisión CNN y otros medios que están haciendo una cobertura crítica de las primeras semanas de la nueva administración no fueron invitados a la reunión, convocada por el portavoz de la Casa Blanca Sean Spicer.
Medios mucho más pequeños y conservadores como el canal One America News Network, que han cubierto todo lo relacionado con Trump de forma más favorable, sí participaron.
Las agencias de información Reuters y Bloomberg fueron incluidas, mientras Associated Press boicoteó el acto en señal de protesta y la AFP fue apartada, aunque su corresponsal logró entrar a la conferencia.
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca aseguró que «protestó de forma enérgica» a la decisión de la administración Trump. «La junta discutirá este asunto con funcionarios de la Casa Blanca», aseguró su presidente, Jeff Mason. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que el próximo mes tiene una Asamblea en Guatemala, incluirá en su informe las limitaciones que se imponen a la prensa estadounidense.
«Nunca ha ocurrido algo así en la Casa Blanca en nuestra larga historia de cubrir distintas administraciones de partidos diferentes», señaló en un comunicado el director de The New York Times. En algunas épocas, Estados Unidos ha sido ejemplo de respeto a la Libertad de Prensa y aunque en las últimas administraciones esta situación mostraba deterioro, nunca se había llegado a estos extremos.
«Protestamos enérgicamente contra la exclusión de The New York Times y otros medios. El acceso libre de la prensa a un gobierno transparente es obviamente un interés nacional crucial», apuntó.
Spicer defendió su decisión durante el encuentro con la prensa, alegando que la Casa Blanca ha demostrado «mucha accesibilidad».
«De hecho, hemos ido más allá, haciendo que nuestros equipos y nuestra sala de prensa sean más accesibles de lo que posiblemente han sido con otra administración», señaló.
Los gobiernos republicanos y demócratas suelen convocar reuniones con grupos de periodistas previamente seleccionados, pero este encuentro fue anunciado como la rueda de prensa diaria habitual, por lo que debía estar abierta a todos los reporteros acreditados.
Poco antes de este incidente, Trump describió a la prensa como «el enemigo del pueblo», un día después de que uno de sus consejeros más importantes advirtiera que la relación con la prensa «empeorará cada día». Estas actitudes son las mismas que han mostrado gobiernos autoritarios de izquierda en Latinoamérica, en donde la falta de libertad de prensa ha permitido el continuismo.