Donald Trump intensificó sus ataques contra México por la inmigración este domingo, mientras un importante asesor advirtió que el presidente de Estados Unidos habla «absolutamente en serio» sobre la imposición de aranceles a las importaciones del vecino del sur.
«La gente ha dicho durante años que deberíamos hablar con México. El problema es que México es un ‘abusador’ de Estados Unidos, que toma, pero nunca da», tuiteó Trump el domingo.
La sorpresiva amenaza de Trump esta semana de imponer aranceles progresivos a todas las importaciones de México, comenzando con un 5% el 10 de junio y llegando a un 25% en octubre, desconcertó a los republicanos en el Congreso y sacudió los mercados mundiales, ya temerosos por la guerra comercial entre Washington y Pekín.
Pero Mick Mulvaney, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, dijo que Trump habla «absolutamente en serio» sobre los aranceles.
«Espero totalmente que estos aranceles entren al menos en un nivel de 5% el 10 de junio», declaró en el programa Fox News Sunday.
El número de migrantes que llegan a la frontera con Estados Unidos es «enorme, la situación es real y el presidente va absolutamente en serio en cuanto a solucionar el problema», aseguró.
El diario The New York Times informó que la medida, impulsada por los cultivadores de una línea dura contra la inmigración, fue rechazada por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el representante de Comercio, Robert Lighthizer ,y el yerno de Trump Jared Kushner, un intermediario clave de la Casa Blanca con México.
Si México no detiene la «invasión» de inmigrantes ilegales, advirtió Trump en Twitter, Washington usará los aranceles para devolver a Estados Unidos «las compañías y los empleos a los que tontamente se ha permitido mudarse al sur de la frontera».
Los ataques se produjeron a pesar de los esfuerzos de conciliación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo el sábado que funcionarios del gobierno estadounidense estaban dispuestos a «llegar a acuerdos y compromisos».
Mulvaney dijo que Kushner y el secretario de Estado, Mike Pompeo, se reunirán con representantes del gobierno de López Obrador en Washington esta semana, al igual que Lighthizer, para explicar qué podrían hacer los mexicanos para evitar los aranceles.
En México, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, anunció que se reunirá el lunes con el secretario de Comercio estadounidense Wilbur Ross para discutir el tema.
La delegación mexicana que llega a Washington está liderada por el canciller Marcelo Ebrard, quien se reunirá con Pompeo el miércoles.
En busca de diálogo
«Hay disponibilidad de parte de los funcionarios del gobierno de Estados Unidos para establecer un diálogo y llegar a acuerdos y compromisos», afirmó el sábado en su conferencia matutina López Obrador, quien añadió estar confiado en que las reuniones eviten la imposición de aranceles a México, que serían devastadores para el país.
Los funcionarios estadounidenses insisten en que México actúe de manera más agresiva para evitar que los migrantes se desplacen por el país desde Centroamérica, mucho antes de llegar a la frontera de Estados Unidos.
Kevin McAleenan, el secretario interino de Seguridad Nacional estadounidense, dijo que Trump quiere «una gran reducción» en el número de migrantes que llegan a la frontera.
Washington espera, agregó, que México intercepte a los migrantes en su frontera sur con Guatemala, tomando medidas contra lo que describió como líneas de autobuses propiedad de cárteles que los trasladan hacia el norte.
«En todo momento, tenemos 100.000 personas moviéndose a través de México. Hay cuellos de botella en el transporte. Hay cuellos de botella naturales», dijo McAleenan a CNN.
«Estos cruces hacia México están ocurriendo en un tramo de 150 millas (unos 240 km) de su frontera sur. Esta es un área controlable. Necesitamos que ellos intercepten a estas personas antes de que lleguen a Estados Unidos», insistió.