Trump promete resistir pese al fracaso de su reforma sanitaria
El gobierno estadounidense de Donald Trump intentó este sábado proyectar una imagen de fortaleza tras el fracaso de su reforma sanitaria, garantizando aprobar una nueva ley y centrándose en otras promesas de campaña.
El presidente de Estados Unidos recurrió de nuevo a Twitter para denunciar el sistema de seguros de salud implementado por Barack Obama y repudiado por los republicanos.
«Obamacare explotará y nosotros nos uniremos para construir juntos un gran plan de salud para EL PUEBLO. ¡No se preocupen!», escribió en la red social.
El mandatario pasó gran parte de la jornada en su club de golf de Virginia, cerca de Washington, donde debía mantener varias reuniones, según su equipo, que no precisó con quien.
Ante este silencio, solo roto por el mensaje en las redes sociales, el vicepresidente Mike Pence fue el encargado de transmitir a la clase política y al conjunto de los ciudadanos una imagen de confianza.
La retirada del proyecto de ley «es una victoria del statu quo en Washington (…) pero os prometo que esta victoria no durará mucho», declaró.
«Los estadounidenses quieren el fin de Obamacare», aseguró.
«Los habéis visto, el 100% de los demócratas de la Cámara (de Representantes), todos, y un grupo de republicanos bloquearon la medida», se quejó.
– «Cumplir las promesas» –
A la espera de que el Congreso apruebe una nueva legislación sobre la cobertura sanitaria, Pence prometió que «el presidente Trump nunca dejará de luchar para cumplir las promesas que hizo a los estadounidenses».
Pero el mandatario ha quedado debilitado tras sufrir la dura derrota el viernes cuando, en el último momento, se vio obligado a retirar su propuesta ante la falta de apoyo de su partido.
Además, es un revés personal para un presidente que llegó a la Casa Blanca prometiendo usar sus cualidades de negociador adquiridas a lo largo de su carrera empresarial para lograr aprobar sus planes de gobierno.
El diario The Washington Post atacó de frente al presidente este sábado en su editorial.
«La próxima vez que alguien asegure que un empresario administrará mejor el país que un político experimentado, que recuerde esta semana», señaló.
«Trump no debería imaginarse que los estadounidenses enfadados harán recaer las responsabilidades en los demócratas, que están bloqueados y completamente por fuera del poder, si es él el presidente mientras el sistema se desploma», añadió el diario.
La llamada ley «Obamacare», firmada en 2010, extendió la cobertura sanitaria a millones de estadounidenses, pero enfrenta problemas de financiamiento.
La reforma propuesta por los republicanos amenazaba con dejar fuera del sistema de salud a unos 24 millones de personas de aquí a 2026.
– «Hacer campaña es fácil –
Trump garantizó el mismo viernes dar vuelta la página y concentrarse en otra gran promesa de su campaña electoral: una reforma fiscal que reduzca los impuestos.
«Diría que vamos probablemente a marchar muy fuerte, muy fuerte con los grandes recortes de impuestos y la reforma fiscal. Es lo que sigue», declaró a la prensa.
A pesar de querer cambiar de tema lo más rápido posible, el fracaso de la reforma sanitaria supone la segunda vez que Trump se ve obligado a dar marcha atrás sobre un gran proyecto en sus nueve semanas en el gobierno, después del bloqueo judicial de sus decretos migratorios.
«Hemos aprendido cosas sobre reglas muy oscuras, tanto en el Senado como en la Cámara» de Representantes, reconoció el viernes. «Para mí ha sido seguramente una experiencia interesante».
Estas declaraciones dieron pie a que sus opositores le criticaran sin piedad.
El periódico The New York Times, por ejemplo, denunció la precipitación de los republicanos, que «enviaron una parodia de ley sin pasar por el laborioso proceso de audiencias y la construcción de alianzas».
«El epílogo del viernes es bueno para el país pero humillante para los dirigentes republicanos», escribió The New York Times en su editorial.
«Para Trump, es un recordatorio brutal de que hacer campaña es la parte fácil», agregó.
«Su fracaso sobre la salud lo deja en una postura inestable», estima el profesor de la universidad de Princeton, Julian Zelizer, en una columna publicada en CNN.com.
«El desafío para Trump es que, a medida que avance en su presidencia, los electores que lo apoyaron irán viendo sus puntos de vulnerabilidad».
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