El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en una entrevista divulgada el martes que planea designar a los cárteles mexicanos como «grupos terroristas», una decisión que le daría a Washington más poderes para luchar contra el tráfico de drogas y de personas.
Trump hizo este anuncio en una entrevista telefónica difundida en el sitio web del periodista conservador Bill O’Reilly, luego de que a principios de noviembre llamara a una «guerra» contra los cárteles tras el asesinato a tiros de nueve mujeres y niños de una comunidad mormona estadounidense radicada en el norte de México.
«¿Va a designar a esos cárteles en México como grupos terroristas y comenzar a atacarlos con drones y cosas así?», le preguntó O’Reilly.
«No quiero decir lo que voy a hacer, pero serán designados. No digo lo que quiero hacer», respondió Trump.
Y agregó: «Voy a designarlos sí, absolutamente, he estado trabajando en ello durante 90 días. Las designaciones no son tan fáciles, hay que pasar por un proceso y estamos en medio de este proceso».
El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador reaccionó rápidamente.
«Firmeza» mexicana
«México no admitirá nunca acción alguna que signifique violación a su soberanía nacional. Actuaremos con firmeza. Ya he transmitido la postura a EU así como nuestra resolución de hacer frente a la delincuencia organizada transnacional. Respeto mutuo es la base de la cooperación», tuiteó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Poco antes, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó en un comunicado que había contactado a las distintas autoridades estadounidenses correspondientes para conocer «el contenido y los alcances de lo enunciado» por Trump.
Y añadió que Ebrard se comunicaría con su homólogo, Mike Pompeo, «a fin de discutir este tema de suma relevancia para la agenda bilateral» en un encuentro «a la brevedad posible».
«Como en otros temas de la agenda bilateral, la Secretaría de Relaciones Exteriores promoverá el diálogo y una hoja de ruta que nos permita avanzar para reducir los flujos de armas y dinero a la delincuencia organizada desde Estados Unidos hacia México, así como precursores químicos y drogas que atraviesan nuestro territorio con rumbo al país del norte», dijo la cancillería.
México se ha quejado reiteradamente del flujo de armas compradas en Estados Unidos y llevadas de contrabando a su territorio.
El caso de los mormones
El asesinato de los mormones ha puesto nuevamente el foco en la violencia de los cárteles narcotraficantes en México, mientras el gobierno lucha para controlarla.
Las víctimas, entre ellas un par de gemelos de ocho meses de nacidos, fueron atacadas cuando circulaban en sus vehículos por un camino remoto entre los estados de Sonora y Chihuahua, en el norte de México, una región disputada por varios cárteles.
Funcionarios mexicanos explicaron que miembros del cartel La Línea podrían haber confundido a las víctimas con miembros de un grupo rival. Sus familiares, sin embargo, creen que los ataques fueron dirigidos.
Estas comunidades de mormones estadounidenses emigraron a México a finales del siglo XIX, huyendo de la persecución en su contra por algunas de sus tradiciones, como la poligamia. Por lo que han vivido en ese país por generaciones.