Anuncia que construirá el muro y obligará que los países paguen deportaciones de sus ciudadanos.
Los temores de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos tras el triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones se confirman demasiado pronto. Hoy el presidente electo anunció en su página electrónica de transición los 10 puntos en política migratoria que aplicará al ingresar a la Casa Blanca en enero próximo.
En el caso de Guatemala se espera un impacto socioeconómico importante, tomando en cuenta que pueden aumentar las deportaciones y disminuir las remesas familiares, convertidas en las últimas dos décadas en el principal soporte de la economía nacional.
Esta es la lista de las 10 acciones a las que dará prioridad en materia migratoria el nuevo presidente estadounidense:
- Construir el muro en la frontera sur.
- Poner fin a la práctica de captura y liberación, de los migrantes indocumentados.
- Tolerancia cero para los delincuentes extranjeros
- Bloqueo de financiamiento para las llamadas de ciudades santuario, porque permiten o fomentan la contratación de migrantes.
- Cancelar órdenes ejecutivas inconstitucionales, y hacer cumplir las leyes de inmigración estrictamente. (Esto en referencia a los decretos del presidente Barack Obama, que han beneficiado a unos 5 millones de indocumentados, que pueden trabajar en este momento).
- Suspender la expedición de visados en países donde no se pueda hacer una adecuada revisión.
- Asegurar que cada país tome a sus deportados cuando se ordene que salgan del país (pago de las deportaciones).
- Completar el sistema de seguimiento visa biométrica de entrada y salida.
- Apagar el imán de empleos y beneficios
- Impulsar una reforma de inmigración para servir los mejores intereses de los Estados Unidos y sus trabajadores.
La explicación para estas medidas la explica la página oficial del presidente electo con una frase suya, la cual dice textualmente (traducción libre):
En algunos años, cuando hayamos logrado nuestros objetivos y terminado verdaderamente con la inmigración ilegal –incluyendo la construcción de un gran muro y el establecimiento de un nuevo sistema de inmigración legal–, entonces y solo entonces, estaremos en la posición de considerar una disposición apropiada para quienes queden (la reforma migratoria). Esa discusión sólo puede tener lugar en una atmósfera en la que la inmigración ilegal es un recuerdo del pasado, que nos permita sopesar las diferentes opciones disponibles en función de las nuevas circunstancias en el equipo.
La comunidad guatemalteca en Estados Unidos es de cerca de dos millones de connacionales, la mayoría de ellos indocumentados, según los registros de la Organización Internacional para las migraciones (OIM).
Se estima que los migrantes guatemaltecos enviarán desde estados Unidos este año más de US$7 mil millones, una cantidad de dinero que hace que la economía del país se mantenga estable y ha logrado la disminución de los niveles de pobreza.
Con las medidas de Trump, el efecto que se puede esperar es negativo en el orden social y económico. El gobierno de Guatemala aun no se ha manifestado sobre esta política.