El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó aplazar durante 18 meses la expulsión de los ciudadanos venezolanos que se encuentren en situación irregular en territorio estadounidense, como parte de las últimas iniciativas que su saliente Administración está lanzando a pocas horas de salir de la Casa Blanca.
«Como interés de política exterior de Estados Unidos he determinado diferir la expulsión de cualquier nacional de Venezuela o extranjero sin nacionalidad que haya residido habitualmente en Venezuela por última vez», dijo Trump a través de un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Trump justificó su decisión alegando que «la situación de deterioro dentro de Venezuela presenta una amenaza permanente a la seguridad nacional para la seguridad y el bienestar del pueblo estadounidense«.
Contra Maduro
A su vez, aprovechó el documento para atacar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien le ha vuelto a acusar de «violar constantemente las libertades soberanas que posee el pueblo venezolano», a través de «la fuerza y el fraude«.
«El régimen de Maduro es responsable de la peor crisis humanitaria en el hemisferio occidental que se recuerde recientemente», consideró el que volverá a ser magnate a tiempo completo a partir de este miércoles cuando el presidente electo, Joe Biden, ocupe su sillón en el Despecho Oval.
No obstante, el memorando excluye a los venezolanos que decidan retornar al país de manera voluntaria, a los que no hayan residido de manera continúa en Estados Unidos, así como a aquellos condenado por delitos mayores, o deportados o están sujetos a extradición.
A su vez, tampoco podrán permanecer los ciudadanos venezolanos cuya presencia Estados Unidos considera que «de no interés» para el país, «representen un peligro para la seguridad pública» o su permanencia pueda provocar «consecuencias adversas en materia de política exterior».