Las fuerzas especiales de Estados Unidos ejecutaron una operación militar durante la madrugada del domingo, en el término municipal de Barisha, en la provincia noroccidental de Idlib, que tenía como objetivo principal al jefe del autodenominado Estado Islámico (ISIS, en inglés).
El presidente Donald Trump confirmó que Abu Bakr al Baghdadi, murió tras esta operación. «Líder del Estado Islámico se suicidó al detonar un chaleco con explosivos, dijo Trump
«EE. UU llevaba muchos años buscándolo, y era la principal prioridad de mi administración», declaró el presidente. Además, confirmó que ningún agente estadounidense resultó herido en la operación.
Al Bagdadi, uno de los terroristas más buscados del mundo, proclamó en 2014 el califato del ISIS que durante los siguientes tres años de apogeo se extendería por Irak y Siria, sembrando el terror con ejecuciones masivas e imponiendo su versión radical del islam.
Al Bagdadi ha liderado el Estado Islámico desde 2010, cuando la agrupación terrorista aún era una rama clandestina de Al Qaeda en Irak. La caída en 2017 de Mosul y Raqa, las fortalezas del grupo terrorista en Irak y Siria, respectivamente, despojó a Al Bagdadi de su poder y lo convirtió en un fugitivo. Los ataques aéreos llevados a cabo por Estados Unidos mataron a la mayoría de los principales lugartenientes del ISIS y, antes de que publicara en abril un mensaje de video en el que aparece el líder terrorista, hubo informes contradictorios sobre si estaba vivo o no. A pesar de perder su último territorio significativo, se cree que el ISIS tiene células durmientes en todo el mundo y algunos combatientes operan desde las sombras en el desierto de Siria y en diversas localidades iraquíes.