El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este miércoles el levantamiento de las sanciones impuestas a mediados de octubre a Turquía tras una ofensiva militar de Ankara contra los kurdos en Siria.
«El gobierno de Turquía informó a mi administración que pararán el combate y la ofensiva en Siria, haciendo permanente el cese al fuego», dijo Trump en un mensaje televisado desde la Casa Blanca.
«Entonces, ordené al secretario del Tesoro levantar todas las sanciones impuestas el 14 de octubre en respuesta a la ofensiva original de Turquía», añadió.
Ankara lanzó su ataque en el norte de Siria el 9 de octubre con la intención de expulsar de esa zona fronteriza a grupos armados kurdos a los que considera terroristas y que están vinculados a los rebeldes kurdos instalados en Turquía.
La operación, planeada desde hacía mucho tiempo, empezó justo después de que Trump anunciara la retirada de un pequeño aunque importante contingente estadounidense que luchó contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) con la ayuda de los kurdos.
El presidente estadounidense alegó, al anunciar su decisión, que no quería que soldados de su país quedaran atrapados en combates entre turcos y kurdos.
Acusado por los demócratas y también por sus compañeros republicanos de traicionar a los aliados kurdos, Trump impuso sanciones a Turquía el 14 de octubre y envió a una delegación para convencer a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, de ordenar un alto el fuego para permitir la retirada kurda.
El comandante kurdo en Siria, Mazlum Abdi, agradeció a Trump en Twitter a través de un portavoz por «sus incansables esfuerzos por detener el brutal ataque turco y de los grupos yihadistas» contra su pueblo.
Una pequeña presencia estadounidense
El anuncio de Trump llegó después de un acuerdo logrado el martes en Sochi, por el que Rusia y Siria se comprometieron a «facilitar la retirada» de la región fronteriza con Turquía de la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG), los aliados de Estados Unidos en su lucha contra el EI.
El acuerdo también impondrá una «zona de seguridad» en Siria de aproximadamente 120 km de largo por 30 km de ancho. Turquía y Siria llevarán a cabo patrullas conjuntas en el área.
Trump añadió que un «pequeño número» de soldados de su país permanecerá en el país en guerra para proteger instalaciones petroleras.
No obstante, advirtió que podría volver a imponer sanciones a Turquía si Ankara no cumple con su obligación de proteger las minorías étnicas y religiosas.