Washington, Estados Unidos | AFP | por Heather SCOTT
La administración del presidente estadounidense Donald Trump abrió este martes un nuevo frente de batalla al acusar a Alemania de aprovechar la depreciación del euro para sacar ventaja comerciales.
Peter Navarro, presidente del nuevo Consejo nacional de Comercio de la Casa Blanca, dijo al diario Financial Times (FT) que Alemania «sigue explotando a otros países de la UE y a Estados Unidos con un ‘implícito marco alemán’ (la antigua moneda germana) que está enormemente subvaluado».
Poco después el propio Trump dijo que Estados Unidos debería utilizar a la devaluación como herramienta comercial.
«Nuestro país se maneja tan mal que no sabemos nada sobre devaluación», dijo el mandatario a ejecutivos del sector farmacéutico a los que recibió en la Casa Blanca.
«Uno mira lo que China hace y lo que Japón viene haciendo desde hace años y advierte que juegan en el mercado de la moneda y la devaluación, mientras nosotros estamos sentados como unos tontos», añadió.
En su campaña electoral Trump amenazó reiteradamente con emprender acciones contra China, a la que acusa de manipular su moneda para poder producir y exportar más que sus competidores.
Economistas advirtieron que eso ha cambiado hace ya mucho tiempo.
China fue acusada durante años de intervenir en los mercados cambiarios y comprar miles y miles de millones de dólares en bonos del Tesoro de Estados Unidos para así abaratar su moneda.
Eso empero ha cambiado en los años más recientes, dicen economistas, porque las condiciones económicas desvalorizaron el yuan y el Banco Central del China ha debido intervenir varias veces para evitar que la moneda se desmorone más.
– «Serios riesgos» al comercio –
Las críticas a Alemania no son nuevas. Ese país tiene enormes superávits comerciales y de cuenta corriente y, por ejemplo, hasta el Fondo Monetario Internacional ha demandado a Berlín a que gaste más para así estimular el débil consumo y crecimiento de la Unión Europea.
Alemania es una potencia exportadora y tiene ventajas por integrar la eurorozna, en donde el valor de la moneda única es mantenido muy bajo debido a las dificultades de varios de sus países miembro como Grecia, Alemania e Italia.
Si Alemania se manejase fuera de la unión monetaria, el valor de su moneda nacional (el marco alemán) sería más alto y en consecuencia sería menos competitiva en el comercio mundial.
No obstante es totalmente inusual que estas divergencias se ventilen a través de periódicos en vez de a puertas cerradas.
El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, replicó a la Casa Blanca: «las decisiones de la nueva administración de Estados Unidos implican un serio riesgo para el orden comercial mundial».
«La historia nos recuerda que replegarse en el proteccionismo es la peor de las soluciones», dijo Sapin. Añadió que ni Francia ni Europa «podrán mirar sin hacer nada lo que sería un riesgo que desmembraría nuestras instituciones económicas».
La canciller alemana Angela Merkel habló en Estocolmo y dijo que el valor del euro es responsabilidad exclusiva del Banco Central Europeo (BCE), que tiene autonomía.
«No tenemos influencia en las decisiones del BCE. De manera que yo no puedo ni quiero cambiar nada», añadió.
Navarro también aseguró que está muerto el proyectado acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea.
En línea con pronunciamientos de Trump, Navarro dijo también que la Casa Blanca buscará acuerdos bilaterales que beneficien a Estados Unidos. Además insistió con que Washington se dedicará a que las fábricas vuelvan a ser instaladas en Estados Unidos.
Estados Unidos tuvo un déficit comercial de 60.000 millones de dólares en los primeros 11 meses del año pasado, una cantidad casi idéntica a la de su déficit con México. Con toda la UE, el déficit fue de 134.000 millones de dólares.
Wall Street baja presionada por temores con la agenda de Trump
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